El inventario más fresco de bienes de la desmovilizada guerrilla de las FARC, detectado por la Fiscalía General colombiana, data apenas del 16 de julio pasado.
Ese día, investigadores de Policía judicial encontraron 27 predios de señalados testaferros de Henry Castellanos Garzón, ‘Romaña’, y del frente 48. Fueron en total 14 fincas en Puerto Leguízamo, Putumayo; 5 en Florencia y una hacienda en Cartagena del Chairá, Caquetá. Además, una lujosa propiedad en Garzón, Huila; cuatro casas en Bogotá y cuatro más en Medellín y en Bello, Antioquia.
Al listado se unieron 17 propiedades de un comerciante ligado a la empresa Multiservicios y Transporte La Dulzana S. A. S., en el Meta, a quien le atribuyen nexos con el frente 40.
En total, son más de 450.000 hectáreas de terreno, repartidas en 10 departamentos y valoradas en más de un billón de pesos, que no figuran en el polémico listado elaborado por las FARC, entregado a la ONU y revelado esta semana, desatando una tormenta.
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, fue el encargado de alertar de que los activos entregados por la ex guerrilla al gobierno Santos ni siquiera están identificados catastralmente, lo que impide su localización y uso para indemnizar a los cientos de víctimas.
Además, reveló que incluyeron en el inventario de activos desde exprimidores de naranjas hasta pocillos, platicos y sal de frutas, acto calificado como una burla por algunos sectores.
Y si bien hay total consenso de que las FARC cumplieron a cabalidad con el cese unilateral de hostilidades y con los acuerdos de concentración y desarme, la información que entregaron sobre su fortuna, inicialmente negada, tiene en un terreno fangoso ese punto del acuerdo de paz.
La controversia surge en la antesala de su lanzamiento como partido político, una apuesta que le costará al país 39.688 millones de pesos y en la que se medirá el compromiso de los jefes de esa organización con la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.
Sobre el papel, las reglas están claras: el que mienta o trate de quedarse con la plata que debe ir a las víctimas perderá los beneficios de pena alternativa.
De hecho, el gobierno se apresuró a anunciar la expedición de un decreto en el que creará una comisión adicional para verificar el listado de bienes entregado por las FARC.
Y la ex guerrilla también reaccionó. Pastor Alape calificó de mentirosas las declaraciones del fiscal Martínez, a quien acusó de hacer una presentación amañada del inventario y de omitir que hay más de un billón de pesos en la relación de activos, incluido oro y efectivo. Según dijo, su listado incluye datos de 606 fincas, 42 casas, 292 medios de trasporte. Asimismo, de 20.724 cabezas de ganado, 587 caballos. También, 2.500 millones de pesos en efectivo y 450.000 dólares.
Contabilidad perdida
“El inventario entregado se hizo con el máximo rigor posible. No hemos sido una persona jurídica; nuestro accionar se ha desarrollado por fuera del orden existente (…); la dinámica de la guerra condujo a la pérdida de información, mucha de ella a manos del adversario”, dijo el ex jefe guerrillero.
En efecto, en manos de la Fiscalía hay miles de tera-bytes de información desencriptada de los computadores de varios jefes guerrilleros, recuperados en operaciones militares.
Por esa vía, la fiscalía 30 especializada en extinción, en un trabajo conjunto con la Superintendencia de Notariado y Registro y el Ejército Nacional, ha logrado ubicar bienes de la red de apoyo del bloque Oriental y del bloque Sur.
Incluso, ya se trabaja en la desarticulación financiera de los frentes disidentes primero y séptimo, y el frente internacional, del que muy poco se habla.
En ese terreno, la Fiscalía tiene información sobre activos de la ex guerrilla en los estados de Barinas y de Apure, en Venezuela, donde solían refugiarse sus jefes. Además, empresas en Panamá, Ecuador y Costa Rica.
De hecho, desde ese país centroamericano, y gracias a un acuerdo de colaboración con Estados Unidos, se rastrean giros a Suecia y a Suiza, a través de un extranjero que llegó al país en la época del Caguán con pasaporte diplomático.
Con él como puente, ya están documentados movimientos en oro y divisas a través de empresas en Zúrich. Ómar Zabala, conocido como ‘Lucas Gualdrón’, miembro de la llamada Comisión Internacional de las FARC, es la clave.
En cuanto a Costa Rica, el abatido Raúl Reyes tuvo allí uno de sus centros de operaciones como jefe del frente internacional. Y en ese país están refugiados familiares de jefes guerrilleros, entre ellos los de Pablo Catatumbo.
De hecho, en una sola operación y gracias a la colaboración de sus autoridades, Colombia recuperó 480.000 dólares (suma idéntica a la del listado de Alape), de cuya existencia dio cuenta el famoso computador de Raúl Reyes.
A eso se unen los testimonios de desmovilizados y seguimientos a operaciones en sectores como la construcción, la ganadería y hasta la minería de coltán.
“Estamos rastreando también las marcas de hierro que traen las reses encontradas que están supuestamente ligadas a las FARC. A través de ellas se realiza una búsqueda masiva de bienes de los propietarios de esas marcas”, explicó el superintendente de Notariado, Jairo Mesa Guerrero.