Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, advirtió este lunes que la democracia corrupta permite golpes de Estado y confusiones como la del chavismo, al referirse al caso de Venezuela durante una rueda de prensa en la ciudad de Guayaquil (Ecuador).
Vargas Llosa se refirió a la importancia de la democracia para sancionar a políticos corruptos desde una justicia independiente.
«Venezuela podría ser el país más alto en niveles de vida del continente y tal vez del mundo, se ha destruido sistemáticamente y ahora es prácticamente miserable por los errores cometidos, uno de ellos, darle cinco veces consecutivas el triunfo electoral al gobierno de Hugo Chávez», aseveró el escritor peruano.
«Esto debería llevarnos a reflexionar que ningún régimen autoritario creado alrededor de un caudillo es capaz de resolver problemas sociales, económicos y traer justicia; no hay un solo caso en el mundo que contradiga esta realidad», reflexionó.
Vargas Llosa apuntó que «la comunidad internacional debe presionar para obligar al gobierno de Nicolás Maduro a llamar a elecciones, porque es el único sistema que puede pacíficamente producir la transformación de Venezuela».
Consideró que el hecho que un país rico esté muriéndose de hambre, debería «agitar las conciencias de toda Latinoamérica, un continente que se ha visto afectado por dictaduras que crean perjuicios y una falta de libertad que destruye a los países».
El escritor aseguró que la región está mejor de lo que estaba cuando él era joven porque los latinoamericanos han entendido el significado de la democracia.
El ganador del Premio Nobel en 2018 consideró que la división entre izquierda y derecha en temas políticos no tiene tanto significado: «Tenemos que enfrentarnos al populismo desde el punto de vista democrático por las tendencias contradictorias; los populismos son un tóxico para la democracia; tenemos que combatir el populismo».
Autor este año de La llamada de la tribu, un libro de ensayos donde explica su transición del socialismo y el comunismo hacia el liberalismo, puso como contrapeso a Venezuela el caso de Chile, que considera interesante y positivo.
«En Chile hubo una política económica sensata, fue buena y los gobiernos la respetaron y perseveraron, ahora Chile es un país que prospera», aseguró.