La esperanza de encontrar personas con vida en Mocoa, tras la avalancha del sábado en la madrugada, es cada vez menor y por eso, desde este viernes, la búsqueda selectiva de cuerpos será suspendida.
La idea de las autoridades es que se empiece a trabajar con maquinaria amarilla, para remover palos, piedras y lodo seco y acumulado. Además, el objetivo es empezar a apoyar a los damnificados en la parte social y humanitaria.
El coronel Rafael Fandiño Mora, jefe de operaciones de la Defensa Civil, dijo: “Una vez pasen esas 72 horas, nosotros procedemos a disminuir la intensidad con la que entramos a rescatar, porque, por lo general, luego de cinco días está demostrado que es muy difícil encontrar heridos”. También señaló que un grupo de brigadistas estará siempre atento, por si ocurren milagros, y así poder intervenir de inmediato.
En un principio, 1.800 miembros de la Defensa Civil conformaban el dispositivo de búsqueda, pero, según Fandiño, ese grupo se vería reducido en un 30 por ciento: muchos pasarán a cumplir otras tareas. Por el momento, grupos de rescate provenientes del Tolima, Valle, Nariño y Cauca ya se encuentran retornando a sus departamentos.
Otras instituciones del Estado apoyadas por grupos rescatistas de Caquetá y Cundinamarca continuarán en el municipio desarrollando labores humanitarias, a través del manejo de entrega de donaciones y equipos de supervivencia, actividades que hacen parte del proceso de recuperación.
De acuerdo con la Unidad de Gestión del Riesgo, hay 1.518 familias afectadas y en el momento hay 41 máquinas amarillas presentes en la zona, que se encuentran trabajando en devolverle el cauce a la quebrada Taruca,
Según las autoridades, gran parte de los hallazgos se deben gracias a las personas afectadas, quienes se han dirigido adonde quedaban sus hogares en busca de algo que salvar y han encontrado cuerpos.