Familiares revelaron este domingo la identidad de los tres miembros del equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio, secuestrados el pasado lunes en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.
Se trata del periodista Javier Ortega (32 años), del fotógrafo Paúl Rivas (45 años) y del conductor Efraín Segarra (60 años), señalaron sus familiares en un comunicado leído ante la prensa en Quito.
El equipo fue secuestrado el pasado 26 de marzo en la parroquia de Mataje, cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, mientras hacía su trabajo, mientras realizaba una cobertura periodística sobre las condiciones de vida de los pobladores que habitan en esta zona, en la que en los últimos meses se han registrado varios atentados con explosivos, señala el texto.
Los familiares dijeron que decidieron revelar los nombres al considerar que saber quiénes son permitirá que todo el país se una en el pedido de su pronta liberación.
«Hasta ahora, por recomendaciones oficiales y para garantizar la seguridad y buen avance de las investigaciones, se ha mantenido la identidad reservada; no obstante, cuando han transcurrido siete días desde la confirmación de su secuestro consideramos que es prudente terminar con ese sigilo y darle un nombre y un rostro a nuestros seres queridos», indicaron.
Agregaron que lo hacen conscientes de que en el mundo entero una de las formas de proteger a periodistas secuestrados es dando a conocer su identidad y su trabajo.
En el escrito añadieron que diversos protocolos internacionales establecen que, en estos casos, revelar la identidad de las víctimas es una medida importante para reducir su vulnerabilidad.
«Eso es lo que hoy buscamos, que sus captores se sensibilicen sabiendo que tienen familias y amigos que los esperan todos los días y que no descansarán hasta que vuelvan a sus hogares sanos y salvos», apuntaron.
A los captores, les pidieron: «Que nos devuelvan a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros nietos, a quienes amamos profundamente».
Expresaron su confianza en que las autoridades, la Policía y Fuerzas Armadas, tanto de Ecuador como de Colombia, pondrán a disposición todo su contingente y no escatimarán esfuerzos para traer de vuelta, sanos y salvos a los secuestrados que, las autoridades ecuatorianas presumen que fueron trasladados a Colombia.
«La vida de nuestros seres amados es valiosa y esperamos que tengan eso presente en cada paso que se da en el proceso», anotaron.
Los familiares de los secuestrados pidieron al país que no olvide a los cautivos y que se una a los esfuerzos para lograr que vuelvan a sus hogares.
Agradecieron todas las muestras de solidaridad en estos días y señalaron que pese al dolor que experimentan, son fuertes.
«Javier, Efraín y Paúl, los esperamos en casa, están en nuestros pensamientos a cada segundo. Sepan que tienen miles de personas que todos los días despiertan con la esperanza de saber que han vuelto. No están solos, no descansaremos hasta que se reúnan con nosotros en un abrazo», finaliza el comunicado.
En una rueda de prensa, los familiares dijeron hoy que desde el inicio han mantenido reuniones con las autoridades y anotaron que no conocen cómo se encuentran los secuestrados en este momento.
Familiares y allegados a los secuestrados presentes en la rueda de prensa portaban carteles con fotografías de los afectados y con frases alusivas a su demanda de liberación.
Uno de los familiares anotó que no existe todavía información certera de lo que quieren los captores, pero subrayó que lo más importante es que está el canal de comunicación abierto para poder cerrar el tema.
En la rueda de prensa, los familiares invitaron a los asistentes a acompañarlos en una caminata por el barrio donde vive el fotógrafo para constatar la solidaridad y el apoyo a los afectados.
«A las personas que secuestraron a nuestros familiares, les pedimos de favor que los devuelvan con vida (…) son seres humanos, son padres, hermanos, hijos. Realmente los necesitamos, ellos solamente estaban cumpliendo una función periodística», dijo el hermano de Paúl Rivas.
El Ejecutivo ecuatoriano mantiene total discreción y mutismo sobre los acercamientos que sostiene con los secuestradores, de los que apenas ha trascendido que no han pedido rescate.