El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se comprometió este lunes con una delegación de WikiLeaks a la que recibió en Bogotá a «ejercer presión» sobre Estados Unidos para frenar la extradición de su fundador, Julian Assange, preso en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres.
«Petro nos ayudará a unir fuerzas con otros presidentes de la región para presionar a la Administración (del mandatario estadounidense Joe) Biden, y así parar el enjuiciamiento de Julian Assange», celebró el editor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, luego de la reunión.
El encuentro de la delegación de WikiLeaks con el mandatario colombiano y con su ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, que no dieron declaraciones al respecto, tuvo lugar en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo. Fue el punto de partida de una gira por la región en la que buscarán apoyo para el australiano.
Petro sobre Julian Assange
Uno de los resultados concretos de esta reunión, informó Hrafnsson, se materializará en un encuentro que próximamente tendrá lugar en México, donde Petro buscará la solidaridad de otros líderes de la región con Assange.
El presidente colombiano participará el próximo viernes en México en una cumbre de la Alianza del Pacífico. Sin embargo, Hrafnsson no explicó si se refiere a esa reunión.
La justicia estadounidense reclama a Assange por un total de 17 delitos de espionaje e intrusión informática por revelaciones hechas en su portal. Luego de la filtración de documentos confidenciales sobre la base naval de Guantánamo o las guerras de Afganistán e Irak, entre otros.
Libertad de los periodistas
Durante su rueda de prensa, Hrafnsson aseguró que está en juego la libertad de todos los periodistas a la hora de hacer su trabajo.
«Si Julian Assange es extraditado a Estados Unidos por el simple hecho de decir la verdad, cualquier periodista de cualquier lugar del mundo podría enfrentar la misma acusación», agregó.
El 1 de julio Assange presentó ante el Tribunal Superior de Londres una petición para recurrir su extradición, luego de que el 17 de junio la entonces ministra del Interior británica, Priti Patel, firmase la orden para que la justicia estadounidense pueda juzgarlo por delitos de espionaje.