Nacido como un símbolo de identidad de las luchas feministas por el derecho al aborto legal en Argentina, el pañuelo verde trajo un nuevo color a las calles del país sudamericano donde se debatirá la ley el próximo 8 de agosto.
Anudado en las mochilas de adolescentes, en bolsos de mujeres de mediana edad y hasta en los puños de las Madres de Plaza de Mayo, el pañuelo verde se ha vuelto un ícono presente por doquier.
«Las feministas pensamos en algo que nos identifique que nos haga reconocernos y vincular esta lucha con los derechos humanos, entendiendo al aborto como un derecho humano de las mujeres», explica a la AFP Victoria Tesoriero, miembro de la Campaña por el Derecho al Aborto Seguro, Legal y Gratuito.
Cuando en 2003 las impulsoras de la campaña buscaron un símbolo identificatorio, el color estuvo en debate y tras descartar otros por sus connotaciones, el verde fue el elegido.
«Era un color que nadie usaba y tenía el plus de representar la vida», afirma Tesoriero.
Se realizan cerca de 500.000 abortos clandestinos al año y un centenar de mujeres mueren como consecuencia de esas prácticasm de acuerdo con varias organizaciones no gubernamentales argentinas.
«Nosotros peleamos por el derecho al aborto legal porque estamos a favor de la vida de las mujeres para que dejen de morir en abortos clandestinos», sostiene.
Respuesta celeste
En respuesta, quienes se oponen a la ley que espera el debate final en el Senado, se reconocen con un pañuelo celeste en favor «de las dos vidas».
En el trajinar diario de la capital argentina son los pañuelos verdes los que proliferan en el metro, autobuses, anudados en bicicletas o a la salida de escuelas medias, como expresión de un reclamo que no tiene marcha atrás, de acuerdo con sus impulsoras.
El símbolo verde que lleva el logo de un pequeño pañuelo blanco con sus puntas en forma de abrazo se volvió un fenómeno que trasciende el tema del aborto para convertirse en ícono feminista.
Entre enero y junio de 2018 la campaña confeccionó 65.000 pañuelos verdes sólo para Buenos Aires frente a los 10.000 que se realizaban cada año para todo el país.
«Se ven pañuelos en venta en la calle, entre las chicas muy jóvenes, en las manifestaciones sociales por otros temas… la gente lleva el pañuelo puesto, nunca lo imaginamos, ¡en buena hora!», se entusiasma Tesoriero.
El proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados el 14 de junio en un debate histórico que llegó al recinto tras seis intentos fallidos. El Senado puede convertirlo en ley el próximo 8 de agosto.
Su principal punto es la legalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación y la garantía de su gratuidad.
Apoyo de las Madres
El pañuelo es un símbolo arropado por los argentinos porque rememora la lucha de las Madres de Plaza de Mayo que buscan a sus hijos desaparecidos durante la dictadura (1976-1983).
Aquellas mujeres utilizaron primero un pañal de tela que luego se transformó en pañuelo blanco, para identificarse en medio del terror cuando comenzaron a marchar en la plaza en 1977. Ahora el símbolo toma un nuevo giro.
«El aborto es cosa seria, es de vida o muerte. Como el pañuelo nuestro es tan simbólico, ellas lo tomaron», dice Nora Cortiñas, presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Lleva anudado en su muñeca el pañuelo verde que incorporó naturalmente a sus marchas en defensa de los derechos humanos, cada jueves en la Plaza de Mayo.
En cada marcha a favor del aborto legal se regalan por cientos en stands apostados en cercanías del palacio legislativo, pero nunca son suficientes y los vendedores ambulantes hacen lo suyo.
«Es sorprendente la cantidad de pañuelos (verdes) que hay en la calle, hay como un despertar de las chicas por defender sus derechos y cuidarnos entre todas», opina Ángeles Justo, una estudiante universitaria de 24 años que lleva el suyo sujeto al bolso.
Para Alejandra Ksiakez, una empleada de 49 años, llevar el pañuelo hace una diferencia. «Es importante que se vea en la calle como un símbolo de todos aquellos que estamos a favor de esta ley», sostiene.