El gobierno de Panamá reiteró este jueves su desconocimiento ante la juramentación de Nicolás Maduro por ser ilegítimo, y dijo que se encuentra evaluando las medidas diplomáticas en contra de Venezuela.
«Todas las opciones están sobre la mesa. Yo creo que estos temas son temas delicados y que es importante no apresurarse. Nos mantendremos vigilantes de la evolución de la situación», indicó Isabel de Saint Malo, vicepresidenta y canciller panameña.
La jefa de la diplomacia panameña aseguró en una rueda de prensa que la investidura de Maduro de este jueves supone un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países y que Panamá valora minuto a minuto la situación.
«Pueden haber nuevas decisiones que la República de Panamá tome, pero en este momento las que hemos publicado son las que hemos tomado y no quisiera especular sobre otras posibles porque no corresponde», agregó.
De Saint Malo recordó que los países que conforman el Grupo de Lima, a excepción de México, acordaron el pasado viernes no reconocer a Maduro como presidente venezolano a partir de este 10 de enero, pero aclaró que cada país es «soberano» de tomar las medidas que considera oportunas en función de sus intereses nacionales.
Paraguay anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y el cierre de su Embajada, mientras que otro miembro del grupo, Perú, llamó a consultas a su encargado de negocios en Caracas y prohibió el ingreso al país de Maduro y un centenar de miembros de su gobierno.
«Panamá reiteró su embajador el año pasado, hace muchos meses, y desde entonces hemos tenido un encargado de negocios. Si eso se va a mantener así o eso va a cambiar es algo que nosotros estamos evaluando», apuntó la canciller panameña.
Ambas naciones vivieron una crisis diplomática en abril de 2018, que tuvo como consecuencia la suspensión del tráfico aéreo entre ambos países y que se desencadenó cuando Panamá pidió a sus bancos intensificar la supervisión financiera sobre 55 venezolanos políticamente expuestos, entre ellos Maduro.
La Organización de Estados Americanos (OEA) acordó este jueves no reconocer la legitimidad del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019, y llamó a que se celebren nuevos comicios en una fecha cercana con observación internacional.
Por su parte, Estados Unidos anunció que no reconocerá la toma de posesión y incrementará la presión sobre el Ejecutivo venezolano. Mientras, la Unión Europea lamentó que Maduro emprenda este jueves un nuevo mandato sobre la base de elecciones no democráticas.
Maduro juró este jueves su segundo periodo de gobierno, que lo mantendrá en el poder hasta el año 2025, en medio de acusaciones de ilegitimidad por la forma en que consiguió la reelección en los comicios del pasado mayo, que ganó con amplio margen y a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos.