«Nosotros no le juramos lealtad al presidente», dicen dos militares venezolanos que viven en el Perú antes de iniciar la entrevista con este diario en el Campo de Marte de Lima.
Gegnis Russo (27) y Cristian Hernández (22) son dos militares venezolanos que viven en Perú y que el pasado miércoles 16 de enero aparecieron en un video donde anunciaban que no reconocían a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y respaldaban al titular del Parlamento, Juan Guaidó.
Russo nació en Aragua y estaba destacado cerca de la frontera con Colombia. Tenía que hacer un curso militar en Caracas, pero en lugar de viajar a la capital, se escapó por esa misma frontera. Antes tuvo que cruzar una trocha mientras era perseguido por militares venezolanos. No fue detenido gracias a que se refugió en una vivienda custodiada por agentes colombianos que lo ayudaron. Los había conocido cuando trabajaba cerca de la línea fronteriza.
Hernández nació en Caracas y era alférez en la academia militar de Venezuela. Fue detenido porque lo descubrieron planeando la toma de la institución con el fin de destituir por la fuerza a Nicolás Maduro.
Tras pasar cinco meses y cinco días en la cárcel militar de Ramo Verde, salió gracias a una medida cautelar. Aprovechó esa circunstancia para intentar escapar del país. Pero en la frontera volvió a ser detenido y sindicado por los delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión y contra el decoro militar; sin embargo, asegura, un militar superior lo dejó libre y lo despidió con un fuerte abrazo en la frontera.
Inteligencia cubana, los ojos y oídos del régimen
– ¿Hay fisuras dentro de la Fuerza Armada de Venezuela y qué tan extendidas son?, les preguntamos.
Ambos concuerdan en que la mayoría de militares están descontentos con el régimen de Maduro, pero aseguran que la eficacia de los servicios de inteligencia de Venezuela detiene cualquier intento de levantamiento para derrocarlo.
«Los cuerpos de inteligencia de Venezuela son bastante fuertes con estas personas que se rebelan en contra de Maduro, por eso hay mucha gente que está escondida y que no puede expresarse libremente», dice Russo.
– ¿Maduro gobierna Venezuela o en realidad es la cúpula militar la que manda?
“Maduro no gobierna Venezuela. Venezuela es gobernada por Cuba, con los intereses que ellos tienen dentro del territorio, seguidamente el poder lo tiene también Rusia y el imperio chino”, dice Hernández, quien sostiene que esos países (Rusia y China) «compraron todo en Venezuela».
«Dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela y del gobierno hay una fuerza de inteligencia que tiene mucha experiencia: el G2 cubano. Ellos tienen 50 años de experiencia en inteligencia y han bombardeado a las Fuerzas Armadas como si fuéramos subalternos o subordinados a ellos. El G2 ha frustrado varios intentos de golpe de Estado, como el que queríamos llevar adelante nosotros, el de Óscar Pérez, el de la brigada de Paramacay, el del Golpe Azul; podríamos hablar horas de cuántos intentos de golpe de Estado han sido frustrados por culpa de ellos”, enfatiza Hernández con una visible incomodidad.
«Tenemos un presidente ilegítimo que es Nicolás Maduro y también tenemos a una gran cúpula militar de mandos superiores que son realmente los que están gobernando Venezuela. Las Fuerzas Armadas forman parte importante de un país, pero en Venezuela tenemos un monigote que está siendo manipulado por altos mandos en la Fuerza Armada, esa es la verdad a mí parecer», enfatiza Russo.
El especialista en Defensa y ex profesor de la Escuela de Inteligencia del Perú Andrés Gómez de la Torre respalda las declaraciones de los militares.
«Tienen mucha razón. Muchas instituciones cubanas han sido replicadas en Venezuela», asegura.
Según Gómez de la Torre, Maduro estaría usando los círculos bolivarianos, creados con finalidad ideológica, como una suerte de espionaje para recibir información de lo que ocurre en cada cuadra del país, algo que es parecido a lo que se usa en Cuba y es conocido como los «comités de defensa de la revolución cubana».
«Restablecer la democracia»
– ¿Están de acuerdo con una eventual intervención militar de Estados Unidos en Venezuela?
«No estamos de acuerdo con una intervención militar de Estados Unidos a Venezuela; el problema de Venezuela es interno y solamente lo solucionamos nosotros. No necesitamos de un imperio para salir adelante o terminar con esta lucha que ya está a punto de culminar”, manifiesta Hernández.
– ¿Y cuántos militares han salido de Venezuela?
«Según los últimos números que manejo de deserción militar, más de 6.500 militares han salido del país y están en Latinoamérica y Europa», dice Hernández.
«No tengo un número preciso pero somos más de 100 militares solo en el Perú», refiere Russo.
La solución
Según lo narrado por ambos militares, cualquier levantamiento armado en Venezuela está destinado al fracaso. ¿Qué está fallando? les preguntamos:
«Las fallas que hemos tenido han sido porque no nos hemos organizado realmente, y esto es por el temor de ser intervenidos de alguna forma», cuenta Russo, quien agrega que otro de los principales errores es que cuando se crean lazos con otras unidades para levantarse contra el régimen, surgen conflictos que terminan en delaciones.
«En estos 6 años de mandato de Nicolás Maduro hubo al menos 11 intentos de golpe de Estado por parte de diferentes movimientos, pero nos faltó algo”, lamenta Hernández.
«Ahora que estamos en el extranjero nos hemos dado cuenta que lo único que nos falta es el apoyo de todos [militares y ciudadanos]. Porque nosotros como efectivos de las Fuerzas Armadas también pasamos las mismas necesidades que ellos», explica Hernández.
Lo que pasó en Cotiza
El lunes un grupo de militares de la Guardia Nacional Bolivariana tomó una base de Cotiza, en Caracas, e hizo un llamado a los venezolanos a salir a las calles para respaldar su sublevación contra el régimen de Maduro. Sin embargo, en menos de una hora los agentes se rindieron dejando a muchos caraqueños, que habían armado barricadas en las calles, en medio de un feroz enfrentamiento con agentes del Estado.
¿Qué pasó?
«Faltó un poco de organización, ya que otras unidades no apoyaron a esta rebelión, por eso fueron desmantelados y ahora están detenidos. Se podría decir que falta apoyo general de nuestra Fuerza Armada para que realmente el pueblo se vea protegido y podamos cumplir la misión», justifica Russo.
«[Se rindieron porque] eran muy pequeños [en número] y cuando hay alzamientos de esta forma, lo que le toca a ellos es armas contra armas, tuvo que haber un número muy superior a ellos para que se hayan rendido de esa manera», agrega.
Pero es imposible no recordar que un policía llamado Óscar Pérez se enfrentó hasta la muerte contra grupos armados del Estado junto a otras seis personas.
«Óscar Pérez fue un hombre que luchó por nuestra patria, pero repito nuevamente, si no es un grupo grande el que está luchando en Venezuela, no va a funcionar. Yo solo no puedo luchar contra el régimen, fácilmente podría ser capturado por el grupo de inteligencia… Todos somos Óscar Pérez, pero estamos esperando el momento preciso para ir nuevamente a Venezuela y luchar ahí en carne propia», dice Russo.
Más importante que la familia
Gegnis Russo y Cristian Hernández recuerdan con mucha nostalgia el momento en el que salieron de Venezuela dejando todo atrás, pero sobre todo sacrificando una carrera que jamás podrán ejercer en otro país.
«Yo creo que esto es una etapa de la vida donde la madurez y el amor a tu patria es más importante que tu familia», reflexiona Hernández.
«Nosotros tenemos un dicho dentro de las Fuerzas Armadas que dice que ‘cuando el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la madre calla’. Nada ni nadie nos va a detener en esto. Yo salí de mi país porque mi vida corría riesgo, me están imputando 3 delitos que me darían 30 años de prisión y dentro de Venezuela no podía hacer nada. Más hago fuera de mi país que dentro de una dictadura que se ha encargado de manipular todo», expresa Hernández.
«Quiero volver a Venezuela, quiero ser militar nuevamente, siento esto en el corazón y seguiremos luchando desde afuera y adentro, hasta que tengamos de vuelta a nuestra Venezuela», agrega Russo.
Pese a vivir lejos de su país, ambos militares no están completamente tranquilos con respecto a su seguridad personal.
«Al régimen no le cuesta nada llegar aquí, montar un carro diplomático, desaparecernos y matarnos. A ellos no les importa nada, ellos tienen mucho dinero», concluye Hernández.