Miles de nicaragüenses, en su mayoría católicos, marcharon por las calles de Managua en solidaridad con los obispos de la Conferencia Episcopal, mediadores y testigos del diálogo con cual se espera superar la crisis en el país, y a quienes el presidente Daniel Ortega calificó como “golpistas”.

La movilización del Movimiento de Autoconvocados, partió de la plaza Jean Paul Genie, en el sur de la capital, y terminó en los alrededores de la catedral de Managua.

Durante la denominada “Peregrinación por nuestros obispos, defensores de la verdad y la justicia”, los asistentes ondearon la bandera de Nicaragua y la de la Iglesia católica, además exigieron justicia por los muertos (entre 295 y 448 fallecidos) que han dejado las protestas contra el gobierno de Ortega.

La caminata en honor a los obispos y sacerdotes fue precedida por la imagen de la Virgen de Cuapa, considerada milagrosa por los nicaragüenses porque en 1980, cuando el país tenía en puertas una guerra civil, se le apareció al sacristán Bernardo Martínez, dice la creencia.

Durante el recorrido, los feligreses entonaron cánticos, rezaron el Santo Rosario y gritaron: “Nuestra Iglesia quiere justicia y paz”, “¿Quién causa tanta alegría? La Virgen María”, “La primera que quiere la paz es la Iglesia”, mientras desde sus vehículos los conductores tocaban sus bocinas en señal de respaldo.

A la manifestación se sumó un grupo de médicos que se solidarizó con los obispos luego de que unos 40 doctores estatales fueron destituidos por haber atendido a personas que protestaban contra el gobierno en el noroeste de Nicaragua.

Los nicaragüenses gritaron vivas a los obispos ante la que consideran que es una campaña de desprestigio emprendida por el presidente Ortega en contra de la Iglesia católica, que ha incluido la profanación de parroquias además de agresiones verbales y físicas.

Miles de sandinistas también salieron a las calles para acompañar la causa del presidente Daniel Ortega y expresar su repudio a los “golpistas”, como el mandatario llama a los opositores a su gobierno.

A pie, en motocicletas y en vehículos, simpatizantes del oficialismo, entre ellos empleados públicos y miembros de la Policía Nacional, fueron desde los alrededores de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua hasta el centro de la capital.


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