Lula da Silva, ex presidente de Brasil, rechazó este lunes la posibilidad ofrecida por los fiscales de salir de la cárcel bajo condiciones.
El ex mandatario, que cumple en prisión una condena por corrupción desde abril de 2018, afirmó «No cambio mi dignidad por mi libertad», en una carta escrita a mano.
En la misiva, divulgada por sus abogados, Lula rechazó la posibilidad de poder salir de la cárcel para trabajar. Propuesta realizada por la Fiscalía la semana pasada luego de que este considerara que tanto su proceso como su condena son ilegítimos.
El socialista se pronunció sobre la posibilidad de libertad condicional. Esta tuvo lugar luego de que los fiscales responsables por la Lava Jato, presentaran el viernes una petición para que Lula pueda cumplir el resto de su condena en régimen semiabierto. Adó se le permitiría trabajar fuera de la cárcel.
Aseguró: «Quiero que sepan que no acepto cambalaches con mis derechos y mi libertad. Ya demostré que son falsas las acusaciones que me hicieron. Son ellos, los fiscales, y no yo los que están presos en las mentiras que le contaron a Brasil y al mundo».
Agregó que los fiscales de la Lava Jato en lugar de querer legitimar el proceso con la oferta de un beneficio de libertad condicional deberían pedirle disculpas al pueblo brasileño. «A los millones de desempleados y a mi familia» por el mal que le hicieron a la democracia, a la Justicia y a Brasil.
«Ante las arbitrariedades cometidas por los fiscales y por Sergio Moro, le corresponde ahora a la Corte Suprema corregir lo que está equivocado. Para que se haga justicia independiente e imparcial. Como es debido a todo ciudadano», añadió.
En la carta fechada de este lunes, Lula dijo ser consciente de su decisión de rechazar la posible libertad condicional. Agregó: «tengo plena conciencia de todas mis decisiones en el proceso y no descansaré hasta que la verdad y la justicia vuelvan a prevalecer».
No ha sido notificado
Cristiano Zanin, abogado de Lula, leyó la carta en rueda de prensa que concedió tras reunirse con su cliente. Afirmó que no fue notificado por la Fiscalía ni por la Justicia sobre la posible progresión de la pena, pero una vez notificado seguirá las instrucciones del ex presidente.
«Esperaremos la notificación y en el plazo establecido responderemos siguiendo las orientaciones del cliente. Él no acepta cualquier condición impuesta por el Estado para liberarle por no considerar legítimo ni el proceso ni la condena que le fue impuesta», afirmó el abogado.
Zanin señaló que Lula lo único que acepta es que la Corte Suprema analice los recursos que presentó desde el año pasado. Pide que el proceso en su contra sea totalmente anulado por haber sido promovido por fiscales y por un juez con imparcialidad dudosa.
«Lo que Lula desea es que la Corte Suprema se pronuncie sobre esos recursos que pueden llevar a la anulación de todo el proceso. También a que se le otorgue plena libertad sin condiciones», explicó.
El abogado agregó que la intención de Lula no es incumplir una decisión judicial en caso de que el juez de ejecuciones penales le conceda el régimen semiabierto. Pero si que se respete su derecho de no aceptar negociaciones ni condiciones para liberarlo por considerar ilegítimo todo el proceso.
Los fiscales alegaron que el «cumplimiento de la pena privativa de libertad tiene como propósito su ejecución de forma progresiva». Con la «paulatina reinserción del preso a la convivencia social», y que el ex mandatario tiene ese derecho por buen comportamiento y haber cumplido un sexto de la condena.
La condena
Lula cumple pena de ocho años y diez meses de prisión, por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales. Lo hallaron culpable de recibir un apartamento en la playa a cambio de favores políticos a la empresa OAS, constructora favorecida con contratos con la petrolera estatal Petrobras.
Sobre Lula ya pesa otra condena a doce años y once meses de cárcel. Debido a las millonarias obras realizadas por diferentes empresas en una casa de campo en la que descansaba semanalmente en Atibaia, al interior de Sao Paulo.
Esta última sentencia la dictó el juez de primera instancia y aún no la analizó el tribunal de segunda instancia. En consecuencia, Lula podría defenderse en este proceso en libertad.
El exgobernante tiene otros procesos abiertos en la Justicia por diferentes corruptelas. E todos se ha declarado inocente y víctima de una persecución judicial que busca evitar su regreso al poder.
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