Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, rechazó este miércoles la propuesta de Pedro Sánchez, jefe de gobierno español, quien le pidió formar parte de un grupo de contacto internacional de países europeos y latinoamericanos sobre la crisis venezolana.
López Obrador insistió «en que el diálogo es el primer paso, que no se pueden imponer las cosas, primero se tienen que poner a dialogar las partes» en Venezuela.
«No queremos que los extranjeros intervengan en asuntos que competen a los mexicanos, por eso debemos también ser muy cuidadosos de no intervenir. Para que otros no intervengan», dijo López Obrador.
Este miércoles Uruguay y México, países que decidieron adoptar una posición neutral frente a la crisis en Venezuela, convocaron para el 7 de febrero a una conferencia internacional.
Pese a estas diferencias, tanto Sánchez como López Obrador subrayaron que la relación entre España y México va más allá de sus posturas específicas sobre la crisis venezolana.
Sánchez recordó la postura española y señaló que no pretende «quitar ni poner gobiernos» sino que por métodos democráticos, unas elecciones justas, limpias y transparentes se encuentre una salida a la crisis venezolana.
Los gobiernos de España, Francia, Alemania y Reino Unido dieron el sábado pasado ocho días de a Nicolás Maduro para que convoque elecciones y, si no lo hace, reconocerán a Juan Guaidó como presidente a Juan Guaidó, un ultimátum al que se sumaron después Holanda y Portugal.