La Iglesia católica y el sector privado de Nicaragua, interlocutores principales del próximo diálogo nacional con el gobierno, rechazaron los ataques que se produjeron esta madrugada en Managua y que dejaron tres muertos.
El obispo Silvio Báez denunció en su cuenta de Twitter «otra noche de violencia en Nicaragua».
«¡Basta de represión violenta contra los estudiantes en Nicaragua! Nada violento es durable. La intimidación y la agresión no son el camino», señaló el jerarca católico.
Por su lado, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, pidió el cese de la violencia, en sus redes sociales personales.
«Por favor basta ya de violencia. No más sangre. Somos todos nicaragüenses. Que se detengan los ataques a la Upoli (Universidad Politécnica de Nicaragua)», manifestó.
Por su parte, la Cámara de Comercio Americana en Nicaragua (Amcham) recordó que «la Policía Nacional y el Estado de Nicaragua deben garantizar la seguridad física de todos los nicaragüenses, en especial de los estudiantes y de todas las personas que se manifiestan».
«Exigimos un paro a la represión. No más muertes, no más acoso, no más persecución, no más incertidumbre», sentenció en su Twitter oficial.
Esta madrugada se produjeron una serie de ataques contra manifestantes y estudiantes universitarios que protestan en Nicaragua contra el gobierno de Daniel Ortega.
Los ataques ocurrieron entre la noche del jueves y la madrugada de este viernes, en barrios del este de Managua, la misma zona de la Upoli, que sirve de refugio para los universitarios que protestan contra el gobierno.
También en los alrededores de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), la más grande del país, que está ocupada por los estudiantes.
El portal gubernamental El 19 digital reportó la muerte de tres personas durante estos enfrentamientos, lo que aumentaría la cifra de fallecidos en las protestas a 50 víctimas.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) elevó a 48 el número de víctimas mortales de la crisis en el país centroamericano, si bien los datos de esta organización son más conservadores ya que no incluyen a nadie mientras sus expertos no contrasten las fichas de las víctimas, verifiquen el cuerpo y su familia las reconozca.
Nicaragua cumple este viernes 24 días de una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social y que continuaron a pesar de que el gobierno revocó esos cambios, debido a los muertos a causa de la represión.
Nicaragua está pendiente del comienzo del diálogo que protagonizarán el gobierno y el sector privado, con la Conferencia Episcopal (CEN) como mediadora, aunque todavía no se ha establecido una fecha para su celebración.