El director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, llamó este miercoles a Ecuador a sumarse a las condenas internacionales y regionales sobre violaciones de derechos humanos fundamentales en Venezuela.
«Esperamos que Ecuador gradualmente se siga sumando a las posiciones que hoy día son genéricas en la Unión Europea y en las principales democracias latinoamericanas, que condenan públicamente y con firmeza las violaciones y retrocesos de los derechos fundamentales en Venezuela», manifestó Vivanco a la prensa tras reunirse en Quito con el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.
El responsable regional de HRW argumentó que la causa de los derechos humanos es «universal y supone que un gobierno tolerante, democrático, abierto como el actual, debería también contar con una política exterior sensible con la causa de los derechos humanos en cualquier región del mundo» donde se vulneren.
Animó al país andino a que se manifieste «públicamente» por la causa de los derechos humanos en «casos tan dramáticos y graves» como los que tienen lugar en el territorio venezolano.
Vivanco acusó al actual presidente venezolano, recientemente «reelegido», Nicolás Maduro, de haber instalado «una dictadura de tipo cívico-militar, que viola los derechos fundamentales del pueblo de Venezuela con total concentración de poder».
También le responsabilizó de haber «generado una crisis humanitaria de proporciones gravísimas, no solo para el pueblo de Venezuela, sino también para aquellos que huyen con lo puesto» dejando atrás un país que atraviesa, dijo, una situación «calamitosa».
Indicó que esos países de la región que censuran al régimen de Maduro, «al mismo tiempo hacen gestiones para paliar la crisis humanitaria que sufre hoy día el pueblo de Venezuela».
El denominado Grupo de Lima, que agrupa a 14 países de América, resolvió rebajar el nivel de los nexos diplomáticos con Caracas tras los últimos comicios, que tuvieron una abstención cercana al 54 por ciento y la práctica ausencia de la oposición.
Tras diez años de estrechas relaciones durante la Presidencia de Rafael Correa (2007-2017), Ecuador parece haberse distanciado de Venezuela desde la llegada al poder de Moreno, defensor de un mayor aperturismo en política exterior.
Con todo, la reacción oficial a las elecciones celebradas en Venezuela el 20 de mayo se hizo esperar por parte de Ecuador y tres días después un comunicado oficial expresaba el «respeto» del Gobierno «a la libre determinación de los pueblos y la no injerencia en asuntos internos de cada estado» y reconocía «la actitud pacífica del pueblo venezolano en las elecciones».
Sin embargo, mencionaba la «preocupación por la difícil situación en la que se encuentran los hermanos venezolanos y por las condiciones de participación», tanto de la oposición como de la ciudadanía.