El diálogo entre el gobierno de Daniel Ortega y la oposición se reanudará el próximo lunes para avanzar en la búsqueda de una solución que termine con la grave crisis que vive Nicaragua, tras dos semanas de estancamiento y una creciente represión contra las protestas.
Los obispos católicos, mediadores en el diálogo, convocaron a sesionar a las comisiones de verificación y seguridad, que analiza el tema de la violencia y los bloqueos de vías en el marco de las protestas, así como a la comisión electoral, que trata la agenda de democratización.
La reunión tendrá lugar el lunes en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima de Managua, indicó en Twitter la comisión mediadora, integrada por cinco obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
De la cita fue excluida, sin explicación, la Comisión de Justicia, el tercer grupo de trabajo que se creó en el marco del diálogo iniciado en mayo entre el gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, conformado por grupos civiles.
El diálogo persigue detener la violenta represión que dejó más de 220 muertos desde que iniciaron hace dos meses y medio las protestas contra el gobierno de Ortega, e impulsar una reforma al sistema político nicaragüense.
«No hay apertura ni voluntad política» por parte del gobierno, denunció el pasado 25 de junio Daisy George, representante de la Alianza Cívica, al concluir la última sesión de trabajo del diálogo.
El canciller Denis Moncada, que preside la delegación del gobierno en el diálogo nacional, ha dicho por su lado, que están dispuestos a escuchar los planteamientos opositores, pero exigen que primero los manifestantes levanten los bloqueos de vías.
El gobierno acusa a los manifestantes de «delincuentes» y de pretender con sus demandas y manifestaciones dar un golpe de Estado.