La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) reclamó al gobierno de Nicaragua «el cese inmediato de la represión a las protestas», e insistió en que por ese camino no se resolverá la crisis política y social que vive el país centroamericano.
En un comunicado, la FIDH instó también a Managua a cumplir con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a demostrar su compromiso para «propiciar la reanudación del diálogo nacional».
La organización no gubernamental (ONG) con sede en París denunció el ataque atribuido a agentes de la Policía Nacional vestidos de civil y a «fuerzas de choque afines al gobierno» contra manifestantes que bloqueaban la carretera en el empalme de Telica, en el departamento de León, el pasado miércoles.
Allí murió de un tiro en la cabeza el joven Carlos Manuel Solís, y alrededor de otras 60 personas resultaron heridas, cuatro de gravedad.
También se refirió a la destrucción de un puesto médico instalado por estudiantes de la Universidad de León llevada a cabo por «grupos de choque afines al gobierno» que secuestraron a 17 de ellos y se los llevaron a unos locales del Frente Sandinista de Liberación Nacional antes de ser liberados gracias a las gestiones de un sacerdote, familiares y amigos.
En línea con las recomendaciones de la CIDH, la FIDH urgió al Ejecutivo nicaragüense a autorizar una visita de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y a adelantar investigaciones «inmediatas, independientes e imparciales sobre las graves violaciones de derechos humanos» con el apoyo de organismos internacionales.
Igualmente a garantizar que los defensores de derechos humanos puedan ejercer su labor «sin riesgos para su vida e integridad».