Los familiares de los tres ecuatorianos miembros de un equipo periodístico secuestrado hace más de dos semanas llegaron a Lima para tratar de conseguir una reunión con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, e internacionalizar el caso en el marco de la Cumbre de Las Américas.
Los tres representantes de las familias de Efraín Segarra, de Paul Rivas, y de Javier Ortega, aterrizaron esta noche en el aeropuerto internacional de Lima, al que llegaron en un avión de la compañía ecuatoriana Tame.
El vuelo fue pagado por el diario El Comercio para el que trabajaban sus familiares, confirmó a Efe Cristhian Segarra, hijo del conductor, en tanto que el hotel correrá por cuenta de la embajada ecuatoriana en la capital peruana.
El planteamiento se lo hicieron el martes al presidente Lenín Moreno en una reunión en el Palacio de Carondelet, en Quito, aunque este les dijo que no dependía de él.
«Nuestra solicitud en la reunión con el presidente fue que se incremente la actividad diplomática de Ecuador con Colombia para que este país tenga una mayor actividad política y policial en el tema del secuestro», dijo Segarra en declaraciones a Efe dentro del avión que les trasladó a Lima.
Agregó que le plantearon al presidente si había la posibilidad de hablar con Santos directamente, a lo que Moreno respondió que él había pedido una reunión con su colega.
El viaje a Lima lo decidieron antes de esa reunión, el domingo, durante una de las vigilias por sus familiares en la Plaza Grande de Quito, a los pies del palacio presidencial.
Los familiares de los secuestrados creen que Colombia no está haciendo lo suficiente para ayudar en la liberación de sus seres queridos, por lo que acudirán a la Cumbre de Las Américas, el viernes y sábado, con el objetivo de internacionalizar su caso.
«Queremos hacer una presencia mediática en la cumbre. El objetivo es sobre todo generar presión sobre el Estado colombiano, o sobre las autoridades colombianas, que participan en la Cumbre para que tengan una mayor actividad o presencia en la negociación», explicó Segarra sobre la iniciativa.
Reconoció que aunque no podrán acceder al recinto de la cumbre por las medidas de seguridad, esperan provocar el suficiente ruido como para que Santos y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, les reciban y escuchen.
A la cumbre han llegado con adhesivos, pins, carteles y el apoyo de varios medios de comunicación locales que ya les esperaban en la terminal de llegada.
«La intención es hacer un plantón donde nos lo permitan, porque sabemos que la seguridad es muy alta», subrayó el hijo de Efraín Segarra.
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