Reclusos organizaron una megafiesta que se prolongó por una semana en una cárcel de máxima seguridad de Bogotá, lo que podría llevar a la sanción o destitución de los responsables del penal, dijo la Procuraduría de Colombia este miércoles.
«Es repetitivo este tipo de fiestas, de conductas, el ingreso de licor, aparatos electrónicos y demás, y justamente en ese sentido iniciamos ayer una inspección disciplinaria en el establecimiento de La Picota», señaló a W Radio Javier Sarmiento, delegado del organismo encargado de vigilar a los funcionarios.
Entre el 19 y el 26 de septiembre los reclusos pedidos en extradición festejaron en dos pabellones de La Picota al parecer con «la autorización del director del establecimiento», agregó Sarmiento.
Fiesta de reclusos en Colombia
En videos difundidos en medios locales se puede identificar a dos célebres cantantes de vallenato que amenizaron la celebración. Sin embargo, el procurador aseguró que los artistas fueron «muchos más».
Los músicos deberán dar una «declaración bajo la gravedad de juramento (…) con el fin de establecer quién los contrató, qué monto pagaron (…) qué pactaron en ese contrato, si lo hubo», dijo el procurador delegado.
De acuerdo con Sarmiento, la Procuraduría analiza si «cabría una suspensión para evitar que este tipo de conductas se vuelvan a repetir. Y posteriormente una sanción disciplinaria que puede ir con una destitución o una multa».
«Operativo sorpresa»
El Ministerio de Justicia informó el sábado que tras un «operativo sorpresa» en La Picota encontraron 184 botellas de licor, 19 parlantes de música, 122 celulares, 30 módems, 11 decodificadores para televisión, entre otros.
El jefe de la cartera, Néstor Osuna, anunció el retiro del coronel Carlos Camacho como director de la cárcel, y nombró en su reemplazo al dragoneante Carlos Bustamante.
«Las cárceles no son clubes de recreo», aseveró Osuna, citado en un boletín.
Desde marzo han sido nombrados cuatro directores, incluido Bustamante, por permisos de salida irregulares o la fuga de narcotraficantes.
«Tristemente vemos que se cambian las personas de los cargos, se remueven, se suspenden. Pero es cíclico ese círculo de corrupción al interior de los establecimientos penitenciarios», aseguró el procurador Sarmiento.