El embajador de Venezuela en Perú, Diego Alfredo Molero, afirmó este martes que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, promueve el terrorismo en su país y que la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro busca instituir un «gobierno de facto».
«Este señor Luis Almagro es un fascista, con todo y el cargo que tiene, que ha sido promotor del terrorismo en mi país», señaló Molero durante una rueda de prensa en Lima que convocó para presentar «la verdad» sobre los acontecimientos que afronta su país.
Molero aseguró que organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y Petrocaribe «han actuado de elemento estabilizar de las acciones nefastas de organismos como la OEA», del cual Venezuela anunció en abril pasado que se retirará.
El embajador añadió que la OEA «ha actuado como un elemento distorsionador de la paz» en su país, tras denunciar las supuestas intenciones desestabilizadoras de la oposición política, así como una campaña internacional de comunicación que, en su opinión, busca cimentar una imagen adversa al régimen de Maduro.
Molero dijo, además, que a la Asamblea Nacional (Parlamento), que domina la oposición, «simplemente no le ha dado la gana de entrar en sintonía constitucional» y que el régimen de Maduro «siempre estuvo de acuerdo con que se diera el referendo revocatorio.»
El embajador consideró que el régimen venezolano está sufriendo un bloqueo similar al que se aplicó a Cuba en los años sesenta y criticó la posición de rechazo a Maduro del expresidente estadounidense Barack Obama, que ha sido ratificada por Donald Trump.
«Venezuela no es un peligro para ningún país del mundo», aseguró para luego señalar que «muchos países que están muchísimo peor utilizan a Venezuela como elemento de distracción de sus problemas internos.»
Para Molero la oposición venezolana «no quiere un gobierno constitucional, quiere un gobierno de facto.»
El diplomático aseguró, por otra parte, que su país es «respetuoso» de las opiniones de otros países como Perú, cuyo gobierno es uno de los más activos en su rechazo al régimen de Maduro.
«Nosotros respetamos al gobierno peruano, sus decisiones y declaraciones que en un momento pueden hacer… Perú es un pueblo hermano, con el que tenemos nexos históricos», sentenció.
Perú y Venezuela mantienen una tirante relación desde que el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, asumió sus funciones a mediados de 2016 y solicitó crear una «liga de países amigos» para atender la crisis de Venezuela y promover una transición.
Aunque Venezuela mantiene a su delegación diplomática en Lima, el Ejecutivo peruano retiró de manera definitiva a su embajador en Caracas, Mario López, después de que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, calificara a Kuczynski de «cobarde» y «perrito simpático del imperio».