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Ecuador y Colombia, una frontera que revive por los venezolanos

por Avatar GDA | El Tiempo | Colombia

El Registro Administrativo de Migración Venezolana (RAMV), hecho la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, indicó que el departamento de Putumayo en el puesto número 26 del ranking de 30 departamentos con presencia venezolana. El documento entregado, en todo Putumayo hay 591 familias y 890 personas, representando apenas 0,20% del total de población venezolana en el país.

Los datos de Migración, entregados a corte de septiembre, estimaron 1.106 personas en todo ese departamento, y al menos 41 que tienen como ciudad de hospedaje la ciudad de Puerto Asís. Estos datos podrían no reflejar la realidad dada la constante movilización de esa población, además de destacar que las cifras de Migración son solo de personas que entraron al país con pasaporte. 

Pero en el terreno, el panorama es otro.

La mayoría de autoridades de Puerto Asís coincidieron en que las estadísticas del RAMV pueden no ser tan precisas debido a la desinformación de los venezolanos que no se enteraron del registro, pero también a la decisión de otros que prefirieron no participar del censo por una campaña falsa sobre una posible deportación. 

Uno de los casos más preocupantes es el de Puerto Asís. Las cifras de Migración contabilizaron que el total de población venezolana es de 185 distribuidos así: 40 hombres, 111 mujeres, 13 niños, 21 niñas y 1 transgénero. 

“Esa es una cifra oficial, pero cualquiera que camine por las calles del pueblo se da cuenta que esos números no reflejan la realidad”, afirmó Ómar Guevara, el alcalde de Puerto Asís, quien confirmó que muchos de los venezolanos no se hicieron censar por preocupaciones alrededor de sus datos personales. 

En efecto, Puerto Asís se ha convertido en un punto de permanencia y tránsito de la población venezolana. Tanto es así que las mismas autoridades del municipio más poblado del Putumayo no esconden que se rigen por los datos que recoge Funvencol, una fundación de venezolanos en Puerto Asís que lidera Julio Sifontes y que lleva también estadísticas de Valle del Guamuez y Puerto Caicedo, y no por las cifras oficiales.

El puesto fronterizo de Ecuador y Colombia es diferente al que hay con Venezuela en Cúcuta. La mayoría de los autobuses que vienen de Bogotá, cuando cumplen la ruta, llegan a la terminal de La Hormiga tras 18 horas de trayecto. El pasaje puede costar hasta 100 mil pesos.

Desde allí, los venezolanos toman una nueva flota que les cobra 7.000 pesos más y que recorre la carretera número 45. Luego de 40 minutos más de camino se estrellan con San Miguel, el último municipio colombiano a esa altura. 

Luego se adentran a General Farfán, el primer pueblo ecuatoriano y apenas unos kilómetros después está el Puente Internacional de San Miguel, la frontera entre Ecuador y Colombia. Eso quiere decir que los límites se trazan cuando ya se está del lado ecuatoriano. Hasta ahí no hay ningún control migratorio. 

Los buses llegan hasta el puente. Desde ahí, los venezolanos deben bajarse, tomar sus maletas y caminar a pie los 220 metros de largo que tiene el puente que costó tres millones de dólares y se terminó en 1995, pero empezó a operar en septiembre de 2000. 

Ya del otro lado tienen dos opciones: pueden caminar durante 35 minutos, o usar motocicletas que por 3.000 pesos o un dólar los llevan hasta el Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf), una estructura de dos pisos donde Colombia hace presencia con dos pequeñas oficinas del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).

El Cebaf  funciona del lado ecuatoriano. Allí hacen presencia varias organizaciones de ayuda internacional. También quedan las oficinas de migración de Colombia y Ecuador. (Juan Manuel Vargas / EL TIEMPO)

Además, hay un puesto de Migración Colombia donde trabajan tres personas y hay un punto de salud que solo caracteriza a la población, pero no la atiende. Aunque Ecuador y Colombia comparten los gastos del Cebaf, es el vecino país el que tiene más presencia administrativa, valora y presta servicios médicos básicos para todos los migrantes. 

También hacen presencia la fundación Tarabita, que les da asistencia legal y protección a personas refugiadas; la Cruz Roja de Ecuador, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (Adra) y el Consejo Noruego para Refugiados. Además, tiene habilitado un comedor en el que se ofrecen desayunos o almuerzos gracias al Programa Mundial de Alimentos. 

Unicef también dispuso de tres carpas para que los migrantes puedan pasar la noche. Algunos deben hacerlo porque llegan después de las 6:00 pm cuando las oficinas migratorias de Colombia y Ecuador ya han cerrado. 

Migración Colombia señaló que el total de cruces de personas de todas las nacionalidades por el Puesto Migratorio de San Miguel fue de 35.765 personas desde enero hasta septiembre de 2018.

27.476 individuos de esta cifra, es decir casi 80%, eran de origen venezolano. Esos datos lo ponen por encima, en salidas de población venezolana en tránsito, del aeropuerto de Rionegro, en Antioquia (18.646 personas en 2018), del Puesto migratorio de Puerto Santander, en Norte de Santander (15.426 colombianos) o del Rafael Núñez de Cartagena (4.547 individuos). 

El punto fronterizo de San Miguel apareció en el informe de septiembre de 2018 entregado por Migración. En los anteriores documentos no se había tenido en cuenta este paso limítrofe como un principal punto de salida.

Esto se debía a que antes de abril, los flujos no eran significativos. Pero desde el pico en agosto, en el que alcanzaron a pasar 7.012 personas, el movimiento es más fuerte y constante.

Migración Colombia reveló en su informe especial de tres años sobre la situación de frontera en Venezuela y Colombia que la ruta Bogotá – San Miguel, era una de las tres que utiliza la migración de tránsito, es decir aquella que usa a Colombia como punto para ir a otro país, para llegar a Ecuador, Perú, Chile y Argentina.

De acuerdo con el documento, los desplazamientos se hacen en caminatas que pueden tener una duración de 10 a 15 días, o en transporte público que toma 26 horas. Más de 593 mil ciudadanos venezolanos han abandonado Colombia. 

Desde inicios de 2018 aproximadamente 547.000 venezolanos han ingresado a Ecuador a través de la frontera colombiana, a un promedio diario de entre 2.700 y 3.000 hombres, mujeres y niños, estima el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Ecuador.

“El flujo de llegada de personas en esta frontera era más bien pequeño, sobre todo si lo comparas con Rumichaca, a donde llegan más personas. Pero desde mediados de abril y mayo empezó a incrementarse el número de personas de origen venezolana que cruzan por esta frontera. Actualmente por este paso hay unos 400 cruces diarios de venezolanos, pero hay picos muy altos que provoca saturación” Sonia Aguilar, de la oficina de Acnur en Ecuador.

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