El presidente de la Fundación de Venezolanos en el Exterior, Eduardo Febres, reveló este miércoles que ocho inmigrantes venezolanos viajaban en el autobús accidentado el martes cerca de Quito, con placa de Colombia, y que pensaban alcanzar Perú.
Los venezolanos procedían de la ciudad de Maracaibo, y «venían de mochileros, huyendo de la crisis en Venezuela y su destino final era Perú», indicó el representante.
Añadió que venían en un grupo compacto y que llevaban «aproximadamente un mes viajando, haciendo escalas en Venezuela y Colombia».
Este miércoles, el capitán Kleber Viteri, jefe de Medicina Legal de la provincia de Pichincha, confirmó que entre los 23 fallecidos en el siniestro identificaron a dos ciudadanos venezolanos.
Pero el número de decesos entre el grupo de venezolanos podría ascender a un total de seis, según Febres, dato aún no confirmado de manera oficial.
«Se han reconocido en este momento cuatro cadáveres que son de nacionalidad venezolana, aparentemente hay dos cadáveres más que están por identificar», manifestó el representante de la Fundación.
De los ocho, Efe pudo verificar el estado de dos de los sobrevivientes: de Víctor Castellano, de 30 años, que presentaba una herida contusa en el codo derecho y fue atendido en el hospital Pablo Arturo Suárez; y de Salvador Mendoza, de 34 años, que se encontraba en situación estable en el hospital Eugenio Espejo, afirmaron fuentes sanitarias.
Con todo, Febres se quejó de la poca información sobre la situación de las víctimas del accidente proporcionada por las autoridades diplomáticas venezolanas acreditadas en Ecuador.
«Hasta ahora no hay un pronunciamiento humano por parte de la embajada venezolana en el Ecuador. Esta situación es producto de la crisis política, social y humanitaria que se vive en Venezuela», resaltó.
Desde comienzos de año, aproximadamente 547.000 venezolanos han ingresado a Ecuador a través de la frontera colombiana, según la Cancillería ecuatoriana. La mayor parte de ellos suele atravesar el país para viajar a Perú u otros destinos de Suramérica.
La afluencia de venezolanos aumentó en la primera semana de agosto, en la que ingresaron al país cerca de 30.000, más de 4.000 por día, por un rumor de que el nuevo presidente colombiano, Iván Duque, iba a cerrar las fronteras.