La tensión que hay entre Venezuela y Brasil aumenta cada vez más. La desesperación de los venezolanos para salir del país y la incapacidad de los brasileros para lidiar con el éxodo que llega a su país dificulta la relación entre ambos países.
Aproximadamente 1.200 venezolanos han sido expulsados durante los días recientes luego de que un grupo de brasileros atacara las carpas de los migrantes que se encontraban en Paracaima, municipio fronterizo de Brasil con Venezuela, reseñó El País de España.
“No es que no queramos a los venezolanos. Lo que tenemos que hacer es poner a los delincuentes en su sitio, como a esos que me torturaron. La Policía Federal tiene que verificar los antecedentes de los inmigrantes en la frontera”, dijo Raimundo Nonato, un comerciante que denunció haber sido atracado y golpeado por cuatro venezolanos.
El número de personas que intentan ingresar a Brasil por la frontera ha disminuido, mientras que el miedo de ser atacado por llegar desde Venezuela ha aumentado.
Algunos brasileños sienten que los servicios públicos en su país han desmejorado y que los índices de delincuencia han incrementado con la llegada de los venezolanos. El resentimiento y la discriminación crecen en el país suramericano.
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