«De vuelta a casa» es el lema de 28 migrantes venezolanos que, con maletas en mano, caminaban este jueves por una ruta peruana de regreso hacia el país, tras perder sus empleos en Lima por el coronavirus.
«La situación de nosotros es muy dramática, no tenemos plata para devolvernos, no tenemos comida, no tenemos donde dormir, por eso regresamos a nuestro país», dijo por teléfono a la AFP Orangel Cabezas, de 42 años de edad, líder del grupo.
«Tratamos de aguantar la cuarentena y el aislamiento, pero no pudimos, salimos de nuestras casas desalojados. Nuestra meta era para poder mantener a nuestros hijos, nuestros padres. Esa meta se rompió con la pandemia», manifestó Cabezas.
El grupo, que caminaba por la ruta Panamericana rumbo al norte, hacia la frontera con Ecuador, lo conforman 28 venezolanos, entre ellos 7 mujeres, una de ellas embarazada. También va un perro que adoptaron en Lima.
Los 28 se congregaron en un centro comercial en el norte de Lima el miércoles y tuvieron que burlar los controles policiales en la ruta.
«Si pudiéramos quedarnos, nos quedábamos»
«La policía no nos dejaba salir. Perú se portó muy bien con nosotros; si pudiéramos quedarnos, nos quedábamos», indicó Cabezas.
Al grupo lo espera una larga travesía a través de Ecuador y luego Colombia, hasta llegar a Venezuela, sumido en la peor crisis económica y social de su historia reciente, que ha estimulado el éxodo de millones de personas.
La columna, con gente de entre 19 y 60 años de edad, caminaba este jueves al norte de la ciudad de Chancay, 70 km al norte de Lima, y espera hacer una pausa al llegar a Huacho, a 140 km de la capital peruana.
«Hemos dormido sobre cartones en un refugio de una familia que son como ángeles. El frío fue muy intenso, hasta mojó la grama», comentó Cabezas, que llevaba mascarilla y gorra de beisbol con la bandera de su país, según fotografías enviadas.
«Todos estamos sanos»
«Traemos 200 mascarillas y alcohol, todos estamos sanos. El coronavirus es invisible; pero hasta ahora, gracias a Dios, estamos bien», añadió.
Perú ha recibido a más de 800.000 migrantes venezolanos desde 2016, cuando se agudizó la crisis en Venezuela y las autoridades peruanas facilitaron su ingreso con leyes de acogida que les autorizó a trabajar.
La diáspora venezolana que llegó a Perú lo hizo en condiciones complejas, la mayoría por tierra y a pie después de atravesar Colombia y Ecuador, la misma ruta que esta columna planea hacer en sentido inverso.
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