El ex presidente Sebastián Piñera y el oficialista Alejandro Guillier se disputarán mañana la presidencia de Chile en una segunda ronda en la que ninguno de los dos es favorito.
Tras el revolcón de la primera vuelta, que dejó en manos de los votantes del Frente Amplio, la izquierda radical, la llave de la victoria en el balotaje, pocos en Chile se atreven a dar un vaticinio sobre quién será el sucesor de la socialista Michelle Bachelet, a partir del 11 de marzo, en La Moneda.
Las elecciones de mañana, para las que están convocados 13,4 millones de chilenos, están rodeadas de “uno de los mayores grados de incertidumbre desde el retorno de la democracia”, dijo el director del Centro de Análisis de la Universidad de Talca, Mauricio Morales.
Después del fracaso de los sondeos en la primera vuelta, cuando algunas encuestadoras daban por descontada la victoria de Piñera, los chilenos “prácticamente no cuentan con información creíble o confiable de las encuestas de opinión que permitan pronosticar el resultado”, indicó el analista.
La última encuesta es del 1° de diciembre y dio empate técnico entre los dos candidatos, y 21,4% que no sabía entonces por quién votar.
Piñera, de 68 años de edad, que obtuvo en la primera vuelta 36,6% de los votos (muy por debajo de lo esperado), ha sumado el apoyo del pinochetista José Antonio Kast (7,9% de los votos) y del popular senador Manuel José Ossandón, lo que relega sus pretensiones de modernizar la derecha y dar un giro al centro.
Tras mostrarse contrario de la gratuidad universitaria que ha impulsado Bachelet y que pretende ampliar Guillier, en las últimas semanas el ex mandatario, que ya gobernó Chile, anunció que mantendrá los beneficios que actualmente gozan 260.000 estudiantes y los ampliará a los de formación profesional más pobres.
Guillier, de 64 años de edad, con 22,7% de los votos en primera vuelta, ha recibido el apoyo de la actual Nueva Mayoría gobernante de centro izquierda y de otros perdedores de izquierda de la primera vuelta, aunque no del Frente Amplio, que dio libertad de voto a sus seguidores.
No obstante, después del anuncio de la candidata presidencial Beatriz Sánchez (20%), en los últimos días los carismáticos líderes del Frente Amplio Gabriel Boric y Giorgio Jackson también han dicho que votarán por Guillier, que ha prometido continuar el legado de reformas emprendido por Bachelet.
“La elección va a depender de la cantidad de personas que acudan a votar”, señaló el analista político Rodrigo Osorio, de la Universidad de Santiago.
Con 55% de los votos que recibió la izquierda en la primera vuelta, Guillier tiene margen para crecer. En un país con voto voluntario, cuanto mayor sea la participación, más fácil es que gane, aseguró Osorio, que espera que no sea inferior a 46,7%, cifra de la primera vuelta.