El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti aseguró que las protestas sociales de Chile no derivarán en una revolución. Atribuye lo ocurrido en el país a lo que llama “los dolores del crecimiento” de una clase media que viene de un pasado de desigualdad.
“No estamos en camino de una revolución, estamos en camino de reclamos y de los dolores de crecimiento. En Chile se generó una clase media pero arrastra un pasado de gran desigualdad y eso a veces aflora en la impaciencia de la gente que quiere mejorar aún más”, dijo el ex mandatario.
Desde el 18 de octubre Chile vive un estallido social sin precedentes con masivas manifestaciones, así como focos de violencia y disturbios que fueron reprimidos por el Ejército y las fuerzas del orden. Hasta la fecha 20 personas murieron durante las manifestaciones.
Piñera y Bachelet
Sanguinetti señaló que al mandatario chileno, Sebastián Piñera, se le encendió inesperadamente una chispa por la subida del precio del metro de Santiago, que después fue anulada. Se produjo una revuelta.
Recordó que durante sus dos mandatos la ex presidente Michelle Bachelet también tuvo que afrontar las revueltas estudiantiles producto de un sistema que era injusto en la educación.
“La demanda de educación en Chile es muy fuerte en estos últimos años, muy fuerte, y ha mejorado, no lo suficiente y ahí está el desafío de la democracia, de poder enfrentar estas cosas dentro de la ley, dentro del marco del Estado de Derecho”, aseveró.
Sin atajos para el bienestar
Sanguinetti advirtió que se debe hacer sentir a los manifestantes que no hay atajos para cumplir con las peticiones de educación, pues todo es un proceso.
“Es un proceso de construcción que requiere inversión. En el medio de la revuelta no hay inversión, en un país inestable nadie invierte, es fundamental generar inversión”, dijo.
En ese sentido, explicó que para conseguirlo debe haber legalidad y un Estado de derecho activo, pues es a partir de ahí que entran las autoridades para distribuir del modo mejor los recursos.
Crecimiento regional
El ex presidente uruguayo valoró que Latinoamérica tuvo un crecimiento incuestionable en los últimos 20 años, en los que se mejoró la calidad democrática a excepción de los casos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y del gobierno de Evo Morales en Bolivia.
“La democracia creció, la economía creció, la pobreza bajó, se expandió la clase media”, aseveró Sanguinetti, que además de político es abogado, historiador y periodista.
El futuro de Uruguay
Sobre el proceso electoral en su país, Sanguinetti cree que la oposición volverá al poder después de 15 años de gobiernos de la coalición de izquierdas Frente Amplio (FA).
En las elecciones presidenciales del 27 de octubre, el candidato opositor Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN-centroderecha), sumó 28,59 % de los votos, mientras que Daniel Martínez, del FA, que gobierna Uruguay desde 2005, obtuvo 39,17 %, por lo que avanzaron a un balotaje.
Además, los también opositores Ernesto Talvi, del Partido Colorado (PC), y Guido Manini Ríos, del Cabildo Abierto (CA-derecha), sumaron 12,32 % y 10,88 %, respectivamente.
Al respecto, Sanguinetti fue contundente: “Claramente la oposición ha sido mayoría, el partido de Gobierno no llegó a sus guarismos anteriores, de modo que todo indica que vamos camino a una alternancia”.
Reflexión Vs. desinformación
El ex mandatario es ahora el presidente del Foro Iberoamérica, que celebra en Bogotá su vigésima edición bajo el lema Conocimiento y sociedad del futuro y cuenta con la participación de los nobel Johannes Georg Bednorz (Física, 1987), Mario Molina (Química, 1995), Harald Zur Hausen (Medicina, 2008) y Carlos Nobre (Paz, 2007).
En su opinión, este espacio es clave porque allí hay reflexión, pensamiento y divulgación de ideas en un mundo que corre muy rápido y en el que la información se va rezagando por culpa de las redes.
“Las redes no son periodismo, son una acumulación de noticias, de verdades, de mentiras, de emociones y de rencores. Entonces tratamos de ser un foco de pensamiento, de reflexión y de tratar de llegar a la gente para ir interpretando los desafíos de un tiempo histórico que es distinto”, aseguró.
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