El presidente de Perú, Pedro Castillo, acudió este jueves al Congreso para presentar un balance de su primer año en el Ejecutivo, durante el cual se le han abierto cinco investigaciones por corrupción. En la jornada recibió el rechazo de las bancadas de oposición a las que tendió la mano pero que lo despidieron en medio de gritos.
En su discurso, el jefe del Estado explicó las políticas que llevó a cabo en los primeros 12 meses de su gobierno, y las obras que tiene pendientes para los siguientes cuatro años.
Sin embargo, la alocución del mandatario estuvo marcada por la tensión política desde el inicio, cuando mencionó que no tuvo «ni un minuto de tregua» de los partidos políticos que no aceptaron su victoria en las urnas, y que le acusaron de corrupción sin pruebas.
Se despidió entre abucheos
«He recibido una bofetada de aquellos que no aceptaron perder por el voto del pueblo peruano. En este segundo año no voy a poner la otra mejilla, sino que voy a extender la mano para trabajar juntos en beneficio del pueblo», expresó Castillo en medio de las protestas de los parlamentarios.
En esa línea Castillo convocó a las bancadas a «construir juntos un país mejor, más próspero, democrático, inclusivo y solidario, sin discriminación de ninguna índole, con igualdad de derechos y oportunidades para todos».
Legisladores de partidos ultraconservadores como Renovación Popular y Avanza País abandonaron el hemiciclo cuando Castillo empezaba a explicar las medidas y resultados que obtuvo en política, economía y programas sociales.
«Una desgracia nacional»
El legislador José Cueto, de Renovación Popular, explicó que se retiró del pleno porque considera «una desgracia nacional que un investigado por corrupción y crimen organizado manche el cargo de presidente de la República».
Toda la bancada de Renovación Popular salió del hemiciclo «ante los insultos agraviantes» de Castillo, informó el partido en sus redes sociales.
La parlamentaria Norma Yarrow, de Avanza País, declaró que no podía quedarse «sentada escuchando las burlas y calumnias de Castillo», tras acusarlo de haber faltado el respeto a los peruanos.
«Renuncia, corrupto»
«¿Viene a pecharnos (llamarnos la atención) o a amenazarnos?», preguntó la legisladora en un mensaje compartido en Twitter.
La exrival electoral de Castillo y fundadora del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, pidió a Castillo que renuncie en reacción a su mensaje.
«Respetando la Constitución, FP (Fuerza Popular, partido fujimorista) ha dejado que exponga su mensaje para transmitirle al final lo que le dice la mayoría de los peruanos: ¡RENUNCIA CORRUPTO!», tuiteó la hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
«Y si no lo hace, será el pueblo y sus representantes quienes terminen con este gobierno nefasto», agregó en Twitter.
Oposición reaccionó de forma hostil contra Castillo
Si la oposición ha tenido una reacción tan hostil hacia Castillo en esta jornada, sus antiguos aliados políticos tampoco han sido amables con el gobernante.
Así, el fundador del partido Perú Libre, que llevó a Castillo a la presidencia del Perú, Vladimir Cerrón, comentó en Twitter que el discurso presidencial estuvo «vacío», «sin la energía moral necesaria, sin compromiso de un real cambio, sin anuncios de reestructurar el Estado».
«Asamblea Constituyente apenas nombrada, soberanía no enunciada, renegociación de contratos ley ausentes y recuperación de recursos nulos», agregó Cerrón al citar algunas de las promesas electorales de Castillo que su partido respaldaba.
El discurso de Castillo no cubrió las expectativas
En tanto, la legisladora Ruth Luque, del partido izquierdista Juntos por el Perú, afirmó que el discurso presidencial «no cubrió expectativas de cambio que exige la mayoría del país», pero agregó que es «inaceptable el nivel de intolerancia de la bancada Fuerza Popular, liderada por quien enfrenta acusación por organización criminal», en referencia a Fujimori.
Tras el discurso ante el Congreso, Castillo retornó a pie al palacio de gobierno acompañado por su familia y ministros de Estado, en medio de calles vacías y rodeado de una fuerte protección policial.
Como última actividad oficial de la jornada, Castillo recibirá el saludo de las altas autoridades del Estado y del cuerpo diplomático en el país en una recepción organizada en el palacio de gobierno.