El presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, Alejandro Chacón, recibió en su despacho una carta, con el rótulo oficial de la Embajada de Rusia, que en criterio del congresista es una amenaza directa para su país.
La comunicación, firmada por el embajador ruso en Bogotá, Sergei Koshkin, y fechada el 28 de marzo, dice de forma explícita que cualquier tipo de incursión en Venezuela, que sea respaldada por los países que han apoyado a los opositores a Nicolás Maduro –como es el caso de Colombia– será interpretada por Moscú como una amenaza a la paz y a la seguridad internacional.
“El uso ilegítimo de la fuerza militar contra Venezuela por parte de otros Estados que respaldan a la oposición será interpretado por el Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia solamente como un acto de agresión contra un Estado soberano y una amenaza a la paz y seguridad internacionales”, se lee en la comunicación firmada por el embajador.
Chacón advirtió que la comunicación es de «suma gravedad e importancia», ya que la Constitución prevé (en sus artículos 173 y 212) que es el Senado el que deberá aprobar el paso de tropas extranjeras y cualquier declaratoria de guerra que haga Colombia.
«Es una advertencia al Congreso, porque finalmente somos nosotros los que permitimos al gobierno si se hace o no algún tipo de intervención militar en territorio extranjero. Claramente es una amenaza directa al Estado de Colombia, por eso estamos confirmando por qué nos llegó de forma directa al Capitolio y no a través de los canales diplomáticos”, le dijo Chacón a El Tiempo.
Considera que la carta constituye un asunto de Estado que genera alarma y que le será notificado a la Casa de Nariño para que tome las medidas diplomáticas pertinentes.
Incluso, le pidió claridad a la misión diplomática del Kremlin y recordó que este tipo de información se tramita a través de la Cancillería y no del correo ordinario.
¿Una advertencia?
El Tiempo estableció que el contenido de la carta es una declaración oficial sobre la crisis venezolana emitida por el Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia, que es la Cámara Alta del Parlamento ruso, y en la cual se hace la advertencia que desató el revuelo en el despacho de Chacón.
La declaración la aprobó el Parlamento ruso el 27 de febrero pasado, en una sesión oficial en la que además se pactó hacérsela llegar a varios Estados, incluido el colombiano, y a diferentes organismos multilaterales, como Naciones Unidas.
Allí se deja claro que Moscú seguirá cooperando con el régimen de Maduro y que no avala ninguna injerencia extranjera en la crisis que azota a Venezuela desde hace varios meses y que ha desembocado en que por lo menos 1 millón de venezolanos –incluidos más de 1.000 militares– hayan huido de su país y buscado refugio en Colombia.
“Con sus medidas relacionadas con el envío de la llamada ayuda humanitaria, los Estados que han congelado los activos de Venezuela por valor de decenas de miles de millones de dólares buscan empujar a la población a derrocar a las autoridades legítimas. Declaraciones de políticos principales de Estados Unidos no dejan ninguna duda de que un escenario similar se prepara contra Nicaragua, Cuba y otros Estados soberanos que rechazan la injerencia en sus asuntos internos”, dicen los rusos.
De hecho, en la postura oficial del Parlamento ruso se critica con dureza lo sucedido entre el 23 y el 24 de febrero pasado, cuando varias naciones intentaron enviar convoyes de ayuda humanitaria a Venezuela y se realizó, además, el concierto Aid Venezuela. Esa estrategia de presión diplomática ha sido calificada por el gobierno de Iván Duque Márquez como un “cerco diplomático” que se debe potenciar para fomentar la salida de Maduro del poder y ayudar a que Juan Guaidó consolide su denominado gobierno de transición, que reconocen Colombia y al menos otros 50 de países, incluido Estados Unidos.
Cabe recordar que Colombia –en cabeza del presidente Duque y de su canciller, Carlos Holmes Trujillo– ha dicho explícitamente que no apoya ni impulsa ninguna intervención militar en Venezuela.
El Tiempo preguntó en la Embajada de Rusia en Bogotá sobre la carta y sus alcances, pero al momento de la publicación de este artículo no habían aún respondido.