El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el jueves que buscará la reelección en los comicios generales de 2024.
«Luego de conversarlo con mi esposa Gabriela y con mi familia, anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la Presidencia de la República», señaló el mandatario en un mensaje difundido en cadena nacional de radio y televisión en virtud del 201° aniversario de la Independencia del país.
En las elecciones de 2024, los salvadoreños además de elegir presidente deberán votar por una nueva Asamblea Legislativa y los consejos municipales de los 262 municipios del país.
Bukele reconoció que más de algún país desarrollado no estará de acuerdo con esta decisión de buscar nuevamente la presidencia por otros cinco años.
Pero no son ellos los que decidirán, sino (…) el pueblo salvadoreño, sostuvo el mandatario, que goza de una amplia popularidad, según encuestas.
A mediados de 2021, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador emitió una resolución que habilita la reelección presidencial inmediata, pese a que críticos consideran que la carta magna lo prohíbe.
Si bien goza de un fuerte apoyo popular, Bukele mantiene sin embargo relaciones tensas con Estados Unidos, su viejo aliado en el continente.
Las relaciones de por sí complejas del mandatario con el presidente Joe Biden se enredaron aún más desde que en mayo de 2021, con ayuda de sus aliados en el Congreso, destituyó a magistrados de una sala de la Corte Suprema y al fiscal general, lo cual fue considerado «antidemocrático» por Estados Unidos.
¿Derecho a reelección?
Para el presidente salvadoreño, que una nación desarrollada lo critique por su decisión de buscar la reelección «sería una protesta hipócrita».
«Prácticamente todos los países desarrollados tienen la reelección», dijo Bukele, que leyó una lista del FMI de 39 países desarrollados que tienen contemplada la reelección, entre los que mencionó a «Andorra, Austria, Bélgica, Canadá, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Islandia (…), Estados Unidos».
Pero la apuesta de Bukele divide a los expertos de su país.