La crisis en Nicaragua ha ocasionado 285 muertos, 2.500 heridos, 156 desaparecidos y 46 personas quedaron lisiadas de forma permanente, según un informe difundido ayer por la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.
“El gobierno se ha valido de sus fuerzas combinadas, que cubren sus rostros con pasamontañas, para realizar actos ilícitos e impunes, como torturas, asesinatos atroces selectivos, allanamientos de morada sin orden judicial y daños a la propiedad”, denunció la organización en el informe preliminar.
De acuerdo con el documento, el día más “sangriento” de la represión fue el 20 de abril cuando 23 personas fueron ejecutadas de forma extrajudicial, mientras que 20 murieron el 30 de mayo en una marcha por el Día de las Madres.
“Existe un estado de sitio no declarado, provocado por operaciones fuera del marco de la ley”, declaró el presidente de la organización Álvaro Leiva.
El estado de sitio lo han impuesto “paramilitares dirigidos por grupos afines a la ideología partidaria del gobierno de turno, conocidos como Consejos del Poder Ciudadano”, dice.
“Las acciones de represión mantienen un promedio de 4 personas muertas a diario y 130 por mes, por lo que el diálogo nacional entre el gobierno y la Alianza Cívica debe buscar consensos urgentes para evitar más derramamientos de sangre”, advirtió el delegado de la asociación, Danilo Martínez.