La desesperación de estar —durante más de un mes— a metros de Estados Unidos orilló a que la noche del miércoles y primeras horas del jueves, al menos 600 venezolanos se entregaran a la Patrulla Fronteriza ubicada en la línea que divide Ciudad Juárez, en México, y el país norteamericano.
Los migrantes dejaron las casas de campaña que se convirtieron en su hogar, así como las pocas pertenecias que poco a poco fueron juntando en los días que vivieron frente al río Bravo.
Al mediodía del jueves, Yalimar, de 25 años, estaba a la orilla de la frontera a la espera de que bajara el sol para entregarse a la Patrulla Fronteriza, porque —asegura— está harta de estar esperando alguna respuesta favorable de las autoridades de Estados Unidos.
“A muchos [migrantes] que han cruzado nos han dicho que los han mandado para Philadelphia, Washington y otras partes, y se entregaron el día que pasó lo de la orden del juez de lo del Título 42; entonces, ¿para qué esperar más? Si me regresan, pues estamos acá otra vez y ya”, expresa la venezolana, quien lleva más de dos semanas viviendo a la intemperie en Ciudad Juárez.
Según explica, la situación económica en Venezuela la orilló a dejar el país desde hace dos meses, por lo cual ahora su meta es llegar a Dallas, Texas.
“[Que] sea lo que Dios quiera, solo el de arriba sabe qué es lo que va a pasar. Yo voy para Dallas, allá tengo un cuñado que me va a pagar todo, y es que muchos de los que estamos aquí estamos hartos (…), aquí ya no se puede seguir más. Nosotros nos lanzamos ya porque se lanzó ese artículo y parece que hay paso. Desde que se lanzó todo el mundo se cruzó; hoy en la mañana se fueron muchos y no se sabe si los regresan, entonces allá están del otro lado y eso queremos nosotros también”, añade la migrante.
Así como Yalimar, decenas de personas cruzaban el río y se entregaban a las autoridades, pues la desesperación y las ganas de estar en Estados Unidos son ahora más fuertes a las de esperar a ver las nuevas disposiciones que emitirá el gobierno de Joe Biden con relación al Título 42.
Por esa razón, la mañana del jueves se implementó un operativo por parte de diversas dependencias municipales de Juárez para limpiar la zona donde estaban las casas de campaña de los migrantes venezolanos.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del municipio, destacó que los 600 migrantes dejaron 113 carpas, ropa, zapatos y otras pertenencias abandonadas, por lo que procedieron a retirarlas.
En el operativo participaron empleados de Servicios Públicos Municipales, del Consejo Estatal de Población, del Instituto Nacional de Migración y Grupo Beta.
A la par, se les ha insistido a este grupo de venezolanos para que accedan a la ayuda humanitaria que se les ofrece en los albergues, donde se cuenta con condiciones para una migración digna.