El próximo 13 de septiembre el juez de primera instancia dará a conocer el monto de la pena que deberá pagar la influencer Aida Victoria Merlano por su conocimiento de la fuga que iba a protagonizar su mamá, la excongresista Aida Merlano, desde un consultorio odontológico en Bogotá, en octubre de 2019.
En su decisión, el juzgado deberá sopesar la conducta de Merlano y la existencia o no de antecedentes, entre otros factores, para determinar si la condena que se dicte será con pena efectiva de prisión o en casa por cárcel.
Merlano fue condenada por haber favorecido la fuga y por la utilización de menores de edad para la comisión de un delito, pues su hermano menor de edad también estaba en el consultorio.
En un escenario de que la Fiscalía hubiera pedido, como dice la joven, una pena de 17 años, cosa que el ente acusador negó, sería poco probable que un juez le concediera pagarlos desde casa por cárcel. De hecho, la misma Aida Victoria señaló que el ente acusador supuestamente pidió que no hubiera para ella prisión domiciliaria.
Sin embargo, El Tiempo conoció que la Fiscalía solicitó al juez de conocimiento que partiera de la pena mínima por el delito de uso de menores para la comisión de delitos y otro tanto por la complicidad en la fuga.
Según el Código Penal, el favorecimiento de fuga tiene una pena que va de 80 a 144 meses de prisión, es decir, desde seis años y medio a 12 años. Y el uso de menores para delinquir es sancionado con desde 10 a 20 años de prisión.
Prisión de hasta 20 años
Así, según explicó la penalista Dalila Henao, la pena de Aida Victoria Merlano podría ir de un mínimo de 120 meses y un día de prisión (10 años y un día) a un máximo de 240 meses y un día (20 años y un día).
«Por el monto de la pena que no cumple el requisito objetivo de la prisión domiciliaria, que es que la pena no supere los cuatro años de prisión», añadió la abogada.
La condena
En la decisión, el Juez del caso citó testimonios de dragoneantes del Inpec que estaban ese día, así como de funcionarios de la clínica odontológica, quienes señalaban que el joven y su hermana estaban muy «atentos» con su mamá, y que él salía constantemente a hablar con las dragoneantes y auxiliares del consultorio como para distraerlos.
Dijo, así mismo, que la excongresista buscó un momento con sus hijos en el consultorio «para obtener de ellos lo que requería», es decir, la soga.
Señaló que, según el testimonio de una dragoneante, Aida Merlano sí fue requisada al salir de la prisión y no le encontraron nada, pese a que la excongresista, que testificó en este juicio, afirmó que ella llevaba la soga amarrada en su cuerpo, debajo de una faja.
El juez continuó diciendo: «Luego, si la soga y los guantes de ninguna manera pudieron salir del centro de reclusión, por ninguna manera se le suministraron a la señora Aida Merlano Rebolledo por ninguna otra persona diferente a los dos hijos».
Por ello dijo que la conclusión era evidente: «La soga y los guantes los llevaba el joven dentro del bolso al cual se ha hecho referencia. Siendo ello así, para el despacho es evidente la responsabilidad penal de Aida Victoria Merlano Manzanera en la comisión de estos dos delitos».
La defensa de la joven anunció que apelará la determinación.