En la Eurocámara, con la performance White Torture-Underground Poetry, Lorent Saleh llevó al público la magnitud de las torturas de las que son víctimas los presos políticos en las cárceles venezolanas.
Los sótanos del edificio europeo hacían referencia al centro de tortura conocido como La Tumba, en los sótanos de la sede principal del Sebin, en Caracas, lugar donde Saleh estuvo secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro.
El ex preso político pasó 26 meses en condiciones de «tortura blanca», un tipo de tortura psicológica basada en la privación sensorial y el aislamiento. Acusado de cooperar con el paramilitarismo colombiano, así como planear atentados contra el régimen de Nicolás Maduro, el ex dirigente estudiantil pasó cuatro años en prisión y sin comparecer nunca ante un juez.
Con esa recreación, el Parlamento Europeo y la intervención artística de Lorent Saleh se inició una campaña internacional por la protección de los derechos humanos y contra los tratos crueles, inhumanos y degradantes en muchos lugares del mundo.
En su informe de 2019, la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, registraba 793 personas privadas de libertad arbitrariamente.
La organización Foro Penal afirma que, a febrero de 2020, hay 351 presos políticos en Venezuela.