Los tres grandes partidos aguardan este viernes el fin de la jornada de las elecciones irlandesas para comenzar a explorar opciones de gobierno, tras comicios generales en los que el centrista Fianna Fáil (FF), el democristiano Fine Gael (FG), y el izquierdista Sinn Féin (SF), optan a la victoria.
El recuento de votos en las elecciones comenzará este sábado y los primeros resultados provisionales podrían conocerse a media tarde, si bien la cadena pública RTE divulgará al cierre de los colegios a las 22.00 horas GMT una encuesta a pie de urna.
El primer ministro y líder del Fine Gael, Simon Harris, ya advirtió hoy que se avecinan «varios días fascinantes», pues recordó que ese sondeo podrá apuntar al partido más votado, lo que no significa, precisó, que acabará con más escaños en la Cámara Baja (Dáil), compuesta por 174 diputados.
Así le sucedió a la líder del SF y de la oposición, Mary Lou McDonald, quien ganó el voto popular en 2020 pero se quedó a un asiento del FF de Micheál Martin tras la transferencia de sufragios, tal como permite el sistema electoral irlandés, cuya complejidad suele prolongar el recuento durante días.
El fracaso de la dirigente nacionalista en las elecciones para formar gobierno dio paso a la histórica coalición entre centristas y democristianos, rivales desde la Guerra Civil (1922-1923), que se han repartido el poder desde entonces.
«Compara esto con el sistema británico. El reloj Big Ben da las campanadas a las 10 y Sky News dice quién ha ganado. Nuestro sistema es diferente», celebró el ‘taoiseach’ (primer ministro) al depositar su papeleta a primera hora de la mañana en su circunscripción del condado de Wicklow, al sur de Dublín.
Empate técnico en las elecciones
Los últimos sondeos habían otorgado a los tres partidos un apoyo de en torno a 20%, un empate técnico propiciado por la caída de popularidad de Harris -hasta hace poco el favorito-, la remontada de McDonald y la estabilidad de Martin, viceprimer ministro y ‘taoiseach’ (primer ministro irlandés) entre 2020 y 2022.
Por eso, Martin se declaró hoy «cautamente optimista» sobre sus opciones de victoria, dado que es el aspirante más popular a la hora de recibir transferencias de votos de otros partidos y candidatos, hasta el punto que incluso los democristianos, internamente, le dan como favorito.
McDonald destacó asimismo su «optimismo, esperanza, confianza y ambición» para convertirse tras el recuento en el primer dirigente del SF que llega al poder en Dublín y acabar con la hegemonía de los dos grandes partidos.
«Este es el momento en el que la gente puede realmente dar forma al próximo gobierno, y necesitamos un nuevo gobierno», agregó la dirigente nacionalista.
Obligados a pactar
Con tanta igualdad, los tres partidos estarán obligados a buscar pactos entre ellos o con otras fuerzas minoritarias, en tanto que Harris y Martin se han mostrado a favor de reeditar, si lo necesitasen, el pacto de la pasada legislatura, en el que entraron los Verdes, al tiempo que ya han descartado al SF.
Los tres líderes también podrían mirar al bloque de los independientes, que obtiene en torno a 20% de votos, mientras que formaciones como el Partido Laborista, el Social Demócrata y los Verdes reciben entre 4% y 6% y se postulan como posibles socios.
Lo más probable, según los observadores, es que Martin y Harris volverán a coaligarse, aunque su número de escaños determinará quién lidera las negociaciones y quién será el nuevo ‘taoiseach’, un cargo que podría volver a ser rotatorio.
Durante la campaña de estas elecciones, democristianos y centristas destacaron la buena marcha de la economía y pidieron el voto para mantener la estabilidad financiera en un país próspero, pero afectado por una grave crisis de la vivienda, el deterioro de los servicios públicos y el repunte de la inmigración.
El Sinn Féin volvió a llevar esas problemáticas al centro de su programa para tratar de repetir el éxito electoral de hace cinco años, al que ha sumado ahora un plan para celebrar un referéndum sobre la reunificación de Irlanda antes de 2030.