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Las protestas cumplen 3 meses en Argelia con la misma fuerza pero escaso ec

por Avatar EFE

La oleada de protestas populares en Argelia cumplió este viernes tres meses plena aún de pujanza aunque su eco resuena cada vez menos en la arena internacional pese a la estratégica posición del país, clave para la estabilidad de Europa y de todo el Mediterráneo.

Como cada viernes desde el pasado 22 de febrero, decenas de miles de argelinos abarrotaron las calles del centro de la capital -y de otras ciudades del país- pese a los impedimentos puestos por un régimen que endurece poco a poco la represión y se resiste a caer.

El pasado miércoles, operarios de la municipalidad cerraron con paneles el acceso a las escaleras del edificio de correos en la Gran Post, convertido en el símbolo del movimiento popular de protesta- con la excusa de unas obras de remodelación en el acceso a este antiguo palacio otomano.

Expulsados de su corazón tradicional, y ante el cada vez mas férreo dispositivo policial que obstaculizaba el acceso a otros puntos de la plaza y el centro de la ciudad, los manifestantes se congregaron en la también céntrica plaza del primero de mayo.

Desde allí iniciaron una marcha a través de la avenida Diduoche Mourad -arteria comercial de Argel- en dirección a la plaza de los Martires al grito ya clásico de «fuera la mafia del poder» y consignas en contra del jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, general Ahmed Gaïd Salah.

El militar fue designado para el puesto en 2004 por el propio presidente Abdelaziz Bouteflika, quien renunció hace un mes y medio forzado por las protestas en la calle y la presión del propio Gaïd Salah, durante años uno de sus colaboradores más fieles.

El general defiende un proceso de transición que debe concluir con las elecciones convocadas para el próximo 4 de julio por el presidente del Senado y jefe del Estado interino, Abdelkader Bensalah, a las que el heterogéneo movimiento popular de protesta se opone.

«Estoy aquí para liberar a las nuevas generaciones y permitir así que aprovechen la democracia. Pero sobre todo para alentar a los estudiantes, que son la esperanza de Argelia», dijo a Efe un funcionario del ministerio de la Formación y la Enseñanza Profesional.

Para este ciudadano de cincuentena años, el régimen se mantiene aún fuerte y lo único que está haciendo es manejar el tiempo para poder sobrevivir.

«No pueden preparar elecciones en un espacio de tiempo tan corto. Este sistema lo sabe y solo está maniobrando para ganar tiempo», opinó.

El plazo para la presentación de candidaturas expiró esta semana con unos setenta potenciales aspirantes y rumores cada vez más crecientes de que se podrían posponer unos comicios que la oposición cree serán fraudulentos.

La decisión podría precipitarse el próximo 29 de mayo, fecha en la que el Tribunal Constitucional debe certificar la validez de las candidaturas propuestas, entre las que no está ninguna figura política destacada.

Hoy, las pancartas volvían a recordar a Gaïd Salah -principal defensor de los comicios- que «quien cometió fraude en cuatro mandatos no se arrepentirá en 4 de julio», o «no a las elecciones bajo el mando de la mafia» o «no habrá elecciones hasta que os marchéis.

Asimismo se repitieron aquellas que apelan a un proceso político verdadero y democrático, liberado de la influencia del Ejército, como la que exigía que «no se gestione la República desde los cuarteles».

En la misma línea se pronunció Louisette Ighil Ahriz, una de las mujeres agraciadas con el título de «muyahida» (combatiente) en reconocimiento a su valor durante la guerra de independencia de Francia (1956-1962).

«Todos los viernes estaremos aquí, no podemos dejarlo. (Apoyamos) a nuestros hijos y nuestros nietos, que son muy valientes y maduros, inteligentes y determinados», afirmó a Efe.

«Este viernes es un poco fastidioso porque la policía reprime, pero estamos aquí porque queremos un gobierno de derechos, que la justicia sea independiente y que organicen presidenciales honestas y y transparentes», agregó.

Ali Laskri, coordinador de la instancia presidencial del antiguo partido opositor el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), criticó igualmente la creciente represión policial.

«Ha habido manifestantes arrestados y eso es muy grave. Queremos denunciar esto además de la existencia de controles de gendarmería en todas las partes», subrayó.

«El pueblo está aquí porque quiere liberarse pero el Estado Mayor hace lo posible para neutralizar la movilización que no se frena. Los argelinos estamos determinados a ir hacia la transición democrática», recalcó, quien advirtió que en caso de celebrarse «las elecciones serán boicoteadas».

Manifestaciones similares tuvieron lugar en Orán, Constantina, Mostaganem, Yelfa y las ciudades vecinas a la capital como en Blida, y la Cabilia con la misma reivindicación: la formación de un Consejo Nacional que enmiende la ley electoral y rehaga el censo antes de convocar los comicios.