El nuevo capítulo de violencia que se ha abierto en el conflicto palestino-israelí tras el ataque terrorista perpetrado por Hamás el pasado 7 de octubre ha vuelto a sacar a la luz la variedad de actores que están involucrados en uno de los conflictos más antiguos y enquistados del mundo.
Durante estos trece días de guerra han vuelto a ser noticia Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica Palestina, pero ¿qué son y en que se diferencian? Las tres organizaciones tienen un enemigo en común, Israel, así como un mismo objetivo, acabar con el Estado judío, que no reconocen. Aunque parece que en lo básico persiguen lo mismo, existen grandes diferencias entre ellas.
Hezbolá
Hezbolá es un partido-milicia chií libanés, de corte islamista, cuyo nombre se traduce como «partido de Dios», respaldado principalmente por Irán. Fundado en 1982, en mitad de los quince años que duró la guerra civil libanesa, está dirigido desde 1992 por Hassan Nasrallah. La organización ha conseguido convertirse en la fuerza militar más poderosa del Líbano. El grupo también posee una fuerte influencia en el sistema político y forma parte del Ejecutivo.
La organización islamista es considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea (únicamente su brazo armado). Sin embargo, fue durante la guerra contra Israel en 2006 cuando realmente Hezbolá empezó a sentirse como una auténtica amenaza. La milicia chií secuestró a dos soldados israelíes, dando lugar a la Segunda Guerra del Líbano. En su controvertido manifiesto, plantea la destrucción de Israel como un objetivo clave.
La violencia en Gaza ha avivado las tensiones entre Israel y Hezbolá, que ha expresado su solidaridad con el pueblo palestino, provocando una escalada de tensión en la frontera norte del país y elevando el conflicto a una posible guerra de corte regional.
Hamás
Al igual que Hezbolá, Hamás busca acabar con Israel, pero su principal diferencia es que se trata de una organización islamista suní –otra rama del islam, generalmente enfrentada con la chií–. Hamás, ‘fervor’ en árabe, se declara yihadista, nacionalista e islamista y es considerada como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. Además, participa en la vida política de la Franja de Gaza. Surgió en el enclave, en 1987 durante la primera intifada, que conllevó protestas generalizadas contra la ocupación israelí. Su fundador fue el jeque integrista Ahmad Yassin.
Su objetivo principal, según su carta fundacional, es construir un estado islámico en el territorio que conformaba Palestina durante el mandato de Gran Bretaña, lo que incluiría el actual territorio de Israel, así como Cisjordania y Gaza con capital en Jerusalén. Por lo tanto, no reconoce al Estado judío. Su principal apoyo es Irán, y mantiene un potente brazo armado conocido como las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam.
Yihad Islámica
La Yihad Islámica Palestina, al igual que Hamás y Hezbolá, está apoyada por Irán y se ha convertido en el segundo grupo con mayor fuerza militar en la Franja de Gaza. Tanto en agosto de 2022 como en mayo de 2023 se enfrentó a Israel en dos escaladas bélicas. El movimiento se define también como yihadista, cuyo objetivo es destruir el Estado de Israel, que tampoco reconoce, para establecer un Estado palestino islámico.
La principal diferencia con Hamás es que la Yihad Islámica no participa en la política palestina, mientras que se centra únicamente en la lucha armada.