El cardenal Pietro Parolin, secretario del Estado del Vaticano, ha sido el protagonista diplomático de estos dos años desde la invasión rusa a Ucrania. Su próxima visita a este país, que realizará el próximo domingo 21 de julio, vuelve a poner en relieve el interés de Francisco por la paz en Ucrania. En sus numerosas intervenciones, el purpurado, en nombre de Francisco, ha reiterado la importancia del diálogo en favor de la paz, la protección de los civiles y los militares y el respeto al derecho internacional. El mismo Pontífice, por otra parte, siempre ha dirigido un pensamiento a este país de Europa del Este al final de las audiencias generales y de las oraciones del Ángelus.
La Santa Sede tiene una posición de neutralidad en conflictos bélicos y no participa directamente en operaciones militares. Sin embargo, históricamente ha intervenido para promover la paz y la resolución de conflictos, utilizando su influencia y su red diplomática para facilitar el diálogo entre las partes afectadas y buscar soluciones pacíficas. En el contexto de la guerra en Ucrania, estos han sido los tres puntos del Vaticano que han ayudado en el ámbito humanitario.
1. Apoyo y ayuda espiritual
El próximo domingo 21 de julio el cardenal Parolin viajará a Ucrania, en representación del Santo Padre, con motivo de la peregrinación de los católicos ucranianos de rito latino al santuario mariano de Berdychiv.
Así se lo ha pedido el Papa en una carta que ha escrito en latín al secretario de estado. «Exhortaréis a todos los participantes en este evento a implorar incesantemente a la reina de la paz a poner fin a la guerra en Ucrania y en todas partes del mundo», pide el pontífice en su misiva a Parolin.
Hace unos cuatro siglos, varias regiones de Ucrania y zonas vecinas hicieron una procesión dirigiéndose a la venerable imagen pintada de la Madre de Dios, en el santuario nacional custodiado por los Hermanos Descalzos del Monte Carmelo. Cada año, los peregrinos emprenden con confianza su camino para pedir por la paz. Por ello, el Pontífice ha señalado en su carta que, «especialmente en este tiempo fatal y triste, a causa del furor de la guerra», es necesario llevar la «benevolencia y cercanía en este período extremadamente difícil para el amado pueblo de Ucrania».
2. Cumbre de la paz en Suiza
El cardenal secretario de Estado intervino el 16 de junio como observador en la cumbre por la paz en Ucrania, celebrada en Suiza. En su intervención, en nombre del Papa Francisco, manifestó «su cercanía personal al martirizado pueblo ucraniano y su constante compromiso por la paz».
La cumbre por la paz en Ucrania, que reunió a cerca de 60 líderes mundiales y representantes de unos ochenta gobiernos, finalizó con una declaración conjunta que reclamaba seguridad nuclear y de tránsito marítimo. Con todo, el representante vaticano insistió en la necesidad de «proporcionar asistencia y facilitar la mediación, tanto de carácter humanitario como político». También recalcó la importancia de mejorar los esfuerzos diplomáticos promovidos por Ucrania «para alcanzar los resultados que las víctimas merecen y que el mundo entero espera».
A su vez, Parolin afirmó que la Santa Sede «reafirma la validez del principio fundamental del respeto de la soberanía de cada nación y de la integridad de su territorio», palabras que subrayan la postura del Vaticano contra cualquier violación territorial. Además, destacó que la única manera de alcanzar una paz estable y justa es mediante «el diálogo entre todas las partes implicadas».
3. Liberación de prisioneros
«Doy gracias a Dios por la liberación de dos sacerdotes greco-católicos», dijo el Pontífice ante cientos de fieles al término del rezo del Ángelus del pasado 29 de junio. Efectivamente, la liberación de dos sacerdotes greco-católicos de Ucrania, junto a otros ocho civiles que estaban encarcelados por Rusia, había tenido lugar es ese mismo día.
Este pequeño grupo pudo regresar de su cautiverio ruso y bielorruso en un intercambio asistido por el Vaticano.
Después de que Kiev agradeciera al Vaticano su ayuda para traer a casa a los cautivos, Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, también expresó su «sincera gratitud» a Francisco y al Vaticano por su contribución a la liberación de los sacerdotes, Ivan Levitski y Bohdan Geleta.
Por otra parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, fue nombrado enviado del Papa a Ucrania y Rusia precisamente con el fin de abrir un canal de intercambio. Este trabajó por la repatriación de los niños ucranianos que se encuentran actualmente en territorio ruso a causa de la guerra, aunque finalmente consiguieran hacer regresar a un número de niños inferior al que habían reclamado los ucranianos.
A pesar de ello, Shevchuk expresó en un comunicado un agradecimiento especial a los cardenales Pietro Parolin y Matteo Zuppi por la mediación realizada.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional