Rusia no empezó la guerra, Estados Unidos tiene laboratorios biológicos en Ucrania y en Occidente la pedofilia está normalizada.
Esos son solo algunos de los delirantes mensajes transmitidos por el presidente ruso, Vladimir Putin, en su discurso del Estado de la Nación ante el Parlamento ruso.
Durante casi dos horas, el inquilino del Kremlin repitió los mismos argumentos que emplea desde hace un año para justificar su criminal invasión militar a Ucrania que dio lugar a una cruenta guerra que dura ya un año.
Ucrania comenzó la guerra
Según el argumentario del presidente ruso, el 24 de febrero de 2022 fue Ucrania, y no Rusia, la que desató la guerra. Da igual que ese día decenas de miles de soldados rusos iniciaran la invasión. «Nosotros usamos la fuerza para detenerla», dijo.
Putin aseguró que en Kiev gobierna un régimen neonazi que exterminó a los habitantes rusos del Donbás después de dar un golpe de Estado en 2014.
La justificación para iniciar la agresión es que Ucrania planeaba un ataque masivo contra Donetsk y Lugansk para, a continuación, atacar Crimea y Sebastopol.
Además, subrayó que contaba con información que no dejaba lugar a dudas de que en febrero de 2022 Ucrania iba a comenzar esa gran operación para ocupar el Donbás, un territorio que, por otra parte, es territorio soberano ucraniano.
Putin aseguró que Rusia agotó todos los canales diplomáticos para «resolver este problema por medios pacíficos».
Kiev quería armas nucleares
Otra de las afirmaciones de dudosa credibilidad difundida en su discurso por Putin es que el gobierno ucraniano estaba haciendo gestiones para adquirir armamento nuclear, afirmación que sostiene sin aportar pruebas.
También defendió Putin que «neonazis ucranianos» organizaron atentados terroristas en el Donbás, y que oficiales de batallones nacionalistas se entrenaron y armaron en academias militares occidentales.
Putin denunció que Ucrania ya estaba negociando con Occidente desde antes del inicio de la invasión el suministro masivo de armamento de la OTAN, incluidos aviones de combate.
En ese contexto, el inquilino del Kremlin aseguró que Estados Unidos y la OTAN construyeron bases militares y laboratorios biológicos en territorio ucraniano, cerca de las fronteras rusas.
Putin afirmó que Occidente había «esclavizado a Ucrania» para lanzarla a la guerra como ariete contra Rusia, convirtiendo a sus ciudadanos en rehenes de los intereses occidentales.
Occidente abrió el camino a los nazis
En su obsesión con los nazis, el presidente ruso llegó a afirmar que Occidente «abrió el camino para que los nazis tomaran el poder en Alemania» en los años 30 del siglo XX.
Lamentó que lo mismo están haciendo los mandatarios en Ucrania para construir un frente «anti Rusia».
Resaltó que se trata de un proyecto con orígenes que se remontan al siglo XIX, puesto en marcha por el imperio austro-húngaro y Polonia con el objetivo de «arrancar a Rusia los territorios históricos que hoy se llaman Ucrania».
Afirmó que la Ucrania construida tras «el golpe de Estado de 2014» se sostiene en «la rusofobia y el nacionalismo agresivo extremo».
Todo el argumentario del discurso de Putin se sostuvo en una supuesta alianza entre los gobiernos occidentales y grupos neonazis en Ucrania para atacar la unidad rusa.
No estamos en guerra con el pueblo
El discurso de Putin dio una vuelta de turca llena de cinismo cuando afirmó que Rusia no está en guerra con el pueblo de Ucrania. Sin ir más lejos, el martes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos difundió la cifra de 7.199 civiles muertos y 11.756 heridos en Ucrania desde el inicio de la invasión rusa.
Pese al dato, Putin insistió en no asumir su responsabilidad por la muerte de civiles en Ucrania y culpó al gobierno de Kiev por convertir «al propio pueblo de Ucrania en rehén».
La pedofilia es la norma en Occidente
La afirmación más sorprendente del discurso de Putin, sin embargo, fue cuando aseguró que la pedofilia «es la norma de vida» en Occidente.
Denunció que los países occidentales no dejan de atacar su cultura, la Iglesia Ortodoxa Rusa y otras organizaciones religiosas tradicionales de su país.
«Mirad lo que están haciendo con sus propios pueblos: (…) la perversión, el abuso de niños, hasta la pedofilia, se declaran la norma, la norma de su vida», aseguró. «Obligan a los sacerdotes a bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo». Frente a ese supuesto intento occidental de corromper a la sociedad rusa, Putin prometió que protegerá a los hijos de el pueblo ruso de la degradación y la degeneración.
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