La Unión Europea prometió este martes aumentar su recorte de emisiones de gases de efecto invernadero durante la conferencia del clima de la ONU (COP27), que empezó el debate sobre una declaración final dominada por las finanzas.
La COP de Sharm el Sheij culmina oficialmente sus trabajos el viernes, y el objetivo de ecologistas y países en vías de desarrollo es conseguir que los países ricos asuman la creación de algún tipo de fondo o mecanismo para asumir las pérdidas y daños causados por el calentamiento del planeta.
Ese calentamiento no debería superar +1,5 ºC, reivindican los expertos del clima.
El objetivo, que fue pactado en la Declaración de París de 2015 (COP21), también debería ser mencionado específicamente de nuevo en el texto final, según ese borrador que por el momento se limita a enumerar los deseos de los negociadores.
Para apoyar su consecución, hay un bloque de países, entre ellos India y Colombia, que abogan por el abandono progresivo de los combustibles fósiles.
En plena crisis energética, con los países utilizando de nuevo de forma masiva el gas y el petróleo, las emisiones de CO2 de origen fósil baten récords históricos este año (+1% respecto a 2021), según un informe publicado durante la COP27.
La pugna por las finanzas
La UE reducirá como mínimo 57%, en lugar de 55% prometido anteriormente, sus emisiones de aquí a 2030, anunció en Sharm el Sheij Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea.
«La Unión Europea está aquí para avanzar, no para echarse atrás», añadió el vicepresidente de la Comisión.
«Este pequeño incremento no está a la altura de los llamados de los países más vulnerables», criticó Chiara Martinelli, del grupo Climate Action Network Europe.
Y a las críticas de los ecologistas se sumaron algunos de los ministros que subieron el martes al podio de la COP27 para alertar que el tiempo urge.
«¿Cuántas vidas más tenemos que sacrificar?», clamó el ministro de Desarrollo Sostenible de Belice, Orlando Habet.
Borrador sobre pérdidas y daños
En cuanto a las pérdidas y daños, un punto que fue incluido en la agenda de la COP27 tras muchos forcejeos diplomáticos, un borrador separado propone básicamente escoger entre crear un fondo específico o utilizar mecanismos financieros ya existentes dentro de la ONU.
También está en pleno debate cómo actualizar, a partir de 2025, la cifra de 100.000 millones de dólares anuales de financiamiento de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático de los países pobres.
Ese monto, que debía haberse alcanzado en 2020, no ha sido cumplido hasta ahora por los países desarrollados.
«La promesa de los 100.000 millones de dólares [anuales] para la acción climática no puede soslayarse más, porque esa cantidad es ya insuficiente ante los desafíos que tenemos», abundó Fiame Naomi, la primera ministra de Samoa, un país insular amenazado por la subida del nivel de los océanos.
Lula aterriza
En este contexto aterrizó la madrugada del martes en Sharm el Sheij el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, según indicó su equipo.
El dirigente izquierdista es la personalidad más esperada esta semana por una comunidad internacional ansiosa de ver concretarse un giro medioambiental en el gigante latinoamericano.
La deforestación de la Amazonia avanzó con fuerza bajo el mandato del presidente Jair Bolsonaro, que expira a fin de año.
Lula se reunirá este martes a puerta cerrada con John Kerry, el enviado especial de Estados Unidos para el clima, antes de desarrollar su agenda pública en la COP27 el miércoles y el jueves con al menos cuatro actos públicos.
En ellos se espera que proclame su compromiso con «la deforestación cero» de la Amazonia.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional