El jefe del Servicio de Instrumentos de Política Exterior (FPI) de la Unión Europea (UE), Peter Wagner, valoró este sábado los avances, sobre todo en temas de organización, que hay en el puente internacional Simón Bolívar, principal paso fronterizo entre Colombia y Venezuela que fue reabierto en 2022.
«Se ve bien organizado el flujo de personas entrando y saliendo de Colombia en comparación con la situación que presentaba este puente hace unos años», expresó Wagner, en referencia a que por esa infraestructura que une a la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana de San Antonio huyeron en los últimos años decenas de miles de personas de Venezuela por la crisis económica y social.
Wagner visitó el puente Simón Bolívar durante su recorrido por América Latina para participar en el cierre del programa Europeo de Migración y Refugio (ProMiRe).
Ese programa buscó promover la integración socioeconómica de la población migrante y las comunidades acogedoras.
Durante su visita, el funcionario europeo caminó con el director regional de Migración Colombia, Rafael Darío Eugenio, quien le explicó el funcionamiento del puente Simón Bolívar y cómo es el proceso de los trámites migratorios.
Wagner aseguró que la UE no dejará de destacar «los mecanismos de protección temporal que el Gobierno Nacional le está brindando a los migrantes».
«Es algo especial que merece ser resaltado. Sin embargo, no podemos ignorar que a ambos lados del puente sigue existiendo migración ilegal y tráfico de personas. Queda mucho trabajo por hacer», añadió.
El 26 de septiembre de 2022, la frontera colombo-venezolana, cerrada desde 2015, fue reabierta con un acto protocolario que se llevó a cabo en el puente internacional Simón Bolívar, el principal de los puestos fronterizos entre los dos países, e incluyó el paso de los primeros camiones de carga en ambos sentidos.
Resultados de la iniciativa
En cuanto al cierre del programa ProMiRe, Wagner presentó los resultados del proyecto de 25 millones de euros implementado desde 2020 en Colombia, Perú y Ecuador con la ayuda de la Cooperación Alemana.
Esta iniciativa ha promovido la integración socioeconómica de los migrantes y las comunidades receptoras, incluyendo apoyo a la regularización de más de un millón de personas, protección de derechos, convivencia pacífica y apoyo a iniciativas laborales y empresariales.
Durante el evento, el jefe del FPI conoció las historias de migrantes venezolanos y de sus emprendimientos.
Por ejemplo, escuchó a Adriana Joya, quien llegó hace cinco años a Cúcuta, capital del departamento colombiano de Norte de Santander, desde Venezuela y ahora vive de la elaboración de accesorios a base de cristales, piedras y otros materiales.
Igualmente probó la comida que preparó Dayana Cáceres, quien tiene un emprendimiento dedicado a la producción de carne y embutidos.
«Gracias al apoyo recibido de la UE y el Gobierno alemán, nuestro emprendimiento logró establecerse. En el momento en que recibimos ese apoyo, solo teníamos tres variedades de productos: chorizo de ajo, chorizo de orégano y chorizo picante. Actualmente contamos con una variedad de nueve productos”, contó Cáceres, que también vive en Cúcuta desde hace cinco años.
Wagner valoró el éxito de este proyecto y añadió que «cuando vengan otros colegas de otras naciones europeas con este tipo de iniciativas van a poder trabajar de la mejor manera para mejorar las cosas».