Los veintisiete iniciaron este lunes la reflexión sobre la conveniencia de contar con un pasaporte armonizado que acredite quién ha sido vacunado contra el coronavirus en la Unión Europea, un certificado que países como Grecia o España ven con buenos ojos para favorecer la movilidad pero que otros países ven con recelo por el riesgo de que abra la puerta a la discriminación o limitación de derechos de los europeos que no estén inmunizados.
«Aún hay muchas incertidumbres que necesitamos abordar», dijo la secretaria de Estado de Asuntos Europeos portuguesa, Ana Paula Zacarias, cuyo país ocupa este semestre la presidencia de turno del Consejo de la UE, tras participar en un debate por videoconferencia con sus socios de la UE.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, pidió a la Comisión Europea que promueva la creación de una suerte de pasaporte para que quienes se hayan vacunado contra el covid-19 pudieran viajar sin restricciones dentro de la Unión Europea y se espera que lleve esta iniciativa también a la cumbre telemática que mantendrán los jefes de Estado y de gobierno de la UE el próximo jueves.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo la semana pasada que veía con buenos ojos la idea de un certificado «desde el punto de vista médico» para acreditar la inmunidad, como ya ocurre con otras vacunas, pero avisó de que tiene una serie de «implicaciones políticas y jurídicas» que exigen una reflexión de los Veintisiete.
Así las cosas, los ministros de Asuntos Europeos han tratado por primera vez la cuestión en una videoconferencia para preparar la cumbre del próximo jueves y aunque la discusión no ha sido en detalle, sirvió para identificar países más abiertos a la idea para ayudar a recuperar el turismo y otros más reticentes, por el riesgo de que abriera la puerta a un trato discriminatorio entre europeos, explican fuentes europeas consultadas por Europa Press.
«Es importante que todos los ciudadanos sean tratados de manera igual y justa. Es nuestro punto de partida en la discusión», dijo el vicepresidente comunitario para Relaciones Institucionales, Maros Sefcovic, en una rueda de prensa junto a Zacarias.
Así, Sefcovic adelantó que la Comisión es favorable a la creación de un pasaporte mutuamente reconocido por los Estados miembros que facilite reunir datos sobre la eficacia de la estrategia de vacunación a escala europea y poner en común la información, con las garantías necesarias en materia de protección de datos.
Por eso, tanto la secretaria de Estado lusa como el vicepresidente comunitario insistió en que lo primero es avanzar en un debate «técnico y médico» para contar con un sistema interoperativo que asegure el reconocimiento de datos y que éstos se intercambian y analizan entre autoridades sanitarias e investigadores para combatir la pandemia.
Así coinciden también en considerar que es prematuro manifestarse sobre los derechos o privilegios que podrían ir asociados a un certificado de estas características.
«Hay muchas preguntas que responder sobre el asunto antes, sobre la confidencialidad de los datos, el riesgo de desigualdades», manifestó la política portuguesa, que también apuntó que podría ser una prueba complementaria a otros requisitos que ya exigen muchos Estados miembro a sus viajeros, como PCR negativa o la realización de cuarentenas.
En el encuentro, España estuvo representada por el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba, quien llamó a aprovechar la oportunidad que ofrece la vacunación para facilitar la movilidad transfronteriza y considerado que un reconocimiento mutuo de certificados nacionales de vacunación puede contribuir, según un comunicado del Ministerio de Exteriores.