La Unión Europea (UE) ha congelado como parte de las sanciones contra Moscú 17.000 millones de euros, propiedad de 90 individuos de nacionalidad rusa, anunció el comisario de Justicia, Didier Reynders.
«Hasta ahora se han congelado las fortunas de 90 personas, más de 17.000 millones de euros en siete estados miembros, entre ellos 2.200 millones en Alemania», declaró este sábado en una entrevista a los medios del grupo alemán Funke.
Como parte de las sanciones occidentales se han paralizado además 300.000 millones en reservas de divisas del banco central ruso, recordó.
Preguntado por la posibilidad de confiscar estos fondos para financiar la reconstrucción de Ucrania, tal y como reclama Kyiv, Didiers subrayó que si se trata de dinero incautado procedente de «negocios criminales» sería en principio posible invertirlo en un fondo de reparaciones para ese país.
«Garantía»
Sin embargo, las sumas congeladas no bastan «ni de lejos» para financiar la reconstrucción, señaló, por lo que planteó la posibilidad de retener los 300.000 millones de reservas de divisas como «garantía» hasta que Moscú acepte participar en la reconstrucción.
Reynders manifestó estar además «bastante seguro» de que los primeros procesos por crímenes de guerra contra ciudadanos rusos ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) comenzarán antes de finales de año.
Indicó que en este sentido es importante que Kyiv complete la ratificación del tratado fundacional del TPI para que el tribunal con sede en La Haya pueda investigar «sobre el terreno» todo tipo de crímenes de guerra por ambas partes.
Matizó sin embargo que no hay señales de que las fuerzas ucranianas hayan estado implicadas en este clase de crímenes y subrayó que «Rusia es el agresor».
Además, el comisario se mostró abierto a la propuesta del gobierno ucraniano de constituir un tribunal internacional que pueda perseguir también el propio crimen de la agresión bélica, algo que no puede hacer el TPI.
«Quiero que primero usemos todos los instrumentos disponibles. Pero existiría la posibilidad de formar un tribunal adicional con jueces ucranianos e internacionales con el apoyo de las Naciones Unidas», dijo Reynders, que avanzó que los estados del G7 posiblemente tratarán esta cuestión el mes que viene.
El comisario no excluyó tampoco la posibilidad de una acusación contra el propio presidente ruso, Vladímir Putin. «Si los fiscales quieren apuntar al nivel más alto, que lo hagan», afirmó.