La Unión Europea consideró este miércoles un grave revés para el proceso político en Nicaragua la detención de opositores que apoyaban a huelguistas de hambre en la ciudad de Masaya (sureste), pidió su liberación y el fin del asedio policial a la iglesia en la que se reunían.
“La detención de más de 13 nicaragüenses el 14 y el 15 de noviembre en conexión con su apoyo a las personas que hacían huelga de hambre reunidos en la iglesia de San Miguel en la ciudad de Masaya, así como el asedio a la iglesia por parte de fuerzas policiales representa una infracción contra los derechos fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses”, señala la UE en una declaración.
La alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, manifestó: “Es un grave revés en el proceso político que envía una señal negativa sobre la voluntad del gobierno de trabajar por una salida pacífica y democrática a la crisis”.
Los párrocos y obispos de Nicaragua pusieron a disposición las Iglesias para que los manifestantes antigubernamentales se refugiaran, ante el aumento de las detenciones arbitrarias y el uso de la fuerza por las autoridades.
Asedio a la iglesia
En los últimos días se denunció el asedio de las fuerzas policiales a las iglesias, entre ellas la catedral de Managua. La la parroquia de San Miguel Arcángel, en Masaya, donde se encuentran las madres de algunos detenidos y una líder opositora, fue sitiada por la policía.
“La UE pide al gobierno de Nicaragua y a los cuerpos de seguridad que liberen a los detenidos. También piden retirar los cargos y levantar el asedio a la iglesia, además de garantizar el total respeto de los derechos constitucionales de todos los nicaragüenses”, afirmó.
Mogherini se refirió en especial a la libertad de expresión, de asamblea, de religión y a la protesta pacífica. A lo que el gobierno de Daniel Ortega se comprometió en los acuerdos de marzo concluidos con Alianza Cívica, de la oposición.
“Solo la completa implementación de los acuerdos de marzo, un diálogo creíble e inclusivo y reformas políticas y electorales de acuerdo con los estándares internacionales pueden resolver la crisis en curso en el país y llevar a una salida pacífica y democrática”, manifestó.
La UE reafirmó su determinación de continuar utilizando todos sus instrumentos para apoyar la justicia y la democracia en Nicaragua. Asimismo, reaccionar al deterioro de los derechos humanos y del Estado de Derecho.
“Aquellos que socaven la democracia y el Estado de Derecho en Nicaragua rendirán cuentas”, agregó Mogherini.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Aunque organismos locales elevan la cifra a 651. El gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.