Los líderes de las instituciones de la UE expresaron su preocupación y conmoción ante el asalto a la sede del Congreso estadounidense por cientos de seguidores del presidente saliente Donald Trump y confiaron en que Estados Unidos asegure que se respetan las reglas de la democracia y el traspaso pacífico de poder.
«El Congreso de Estados Unidos es un templo de la democracia. Presenciar las escenas de esta noche en Washington D.C. es una conmoción. Confiamos en que Estados Unidos asegure un traspaso pacífico de poder a Joe Biden«, expresó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se refirió a «la fuerza de las instituciones y democracia estadounidenses», en cuyo núcleo está «una transición pacífica del poder», y recalcó que Biden «ganó las elecciones».
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dijo estar «seguro de que Estados Unidos asegurará que se protegen las reglas de la democracia» y pidió que se respeten «los votos democráticos» tras expresar su «profunda preocupación» ante la situación en Washington D.C..
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, definió los hechos como «un asalto sin precedentes a la democracia estadounidense, sus instituciones y el Estado de derecho», y pidió igualmente respeto a los resultados de las elecciones del pasado 3 de noviembre, que dieron la victoria a Joe Biden.
«La fuerza de la democracia estadounidense prevalecerá sobre individuos extremistas», añadió el jefe de la diplomacia comunitaria.
La ciudad de Washington vivió este miércoles una jornada de caos inédita, que se saldó con cuatro muertos, debido al asalto por parte de seguidores del presidente Trump de la sede del Congreso cuando los legisladores certificaban la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
Al grito de «Trump ganó», cientos de seguidores del mandatario irrumpieron en el Capitolio tras desbordar a la policía que lo custodiaba, y provocaron caóticas escenas con trumpistas recorriendo los pasillos con banderas o sentándose en los escaños.
El Capitolio pudo ser despejado más de tres horas después del inicio del asalto, poco antes de entrar en vigor a las 18 horas (23 GMT) el toque de queda decretado de manera urgente por la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser, y se restableció la seguridad.
Catorce agentes de policía resultaron heridos durante los incidentes en el Capitolio, dos de ellos de forma «grave», y al menos 52 personas fueron arrestadas, según las autoridades.
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