La Unión Europea dijo este martes que el envenenamiento de casi cien personas en Afganistán el pasado fin de semana, entre ellas 82 niñas, es un «crimen atroz» y aseguró que el derecho a la educación es «el derecho humano de todos los niños, en todos los lugares».
«Este es un crimen atroz que debe ser perseguido por las autoridades de facto (en Afganistán), por sus obligaciones bajo el derecho internacional de proteger a toda la población», dijo en un comunicado un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, que deseo la «pronta recuperación» de las afectadas.
Añadió que «las escuelas deben ser lugares seguros para todos los niños».
Hasta 56 de las alumnas de primaria fueron envenenadas el pasado sábado, además de 3 maestras, 1 maestro, 2 conserjes y 1 padre en una escuela de la provincia norteña de Sar-e-Pul.
En esa misma región, otras 26 estudiantes y 4 profesoras fueron también envenenadas al día siguiente
Esta agresión tiene lugar en un momento en el que la educación secundaria y universitaria femenina está vetada en Afganistán, como parte de la retahíla de prohibiciones contra las mujeres que impusieron los talibanes desde su llegada al poder en agosto de 2021.
Entre la plétora de restricciones se incluyen la obligatoriedad de llevar el rostro cubierto, la segregación por sexos y precisar del acompañamiento de un miembro masculino de su familia para viajar.