prisión de Chicago

El narcotraficante mexicano Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue extraditado el viernes a Estados Unidos y encerrado en una famosa prisión de Chicago, conocida por su arquitectura y sonados intentos de escape.

Según consta en el Buró Federal de Prisiones, Ovidio Guzmán tiene 33 años, es el preso número 72884-748 y se encuentra en el Centro Correccional Metropolitano (MCC, en inglés) de Chicago, en Illinois.

Conocido también como «El Ratón», la extradición de este narcotraficante es la más importante que ha habido entre el Gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador y la Administración de Joe Biden.

Derek Maltz, exagente de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), difundió en redes sociales una fotografía de Guzmán, vestido de preso y enmanillado, que presuntamente le fue tomada en el avión que lo llevó a Estados Unidos.

La prisión rascacielos de Chicago

El MCC donde fue recluido se encuentra en pleno centro de Chicago, a pocas calles del famoso Instituto de Arte de esta ciudad, conocida por su icónica arquitectura.

La prisión, diseñada por el arquitecto Harry Weese e inaugurada en 1975, se distingue de otros centros penitenciarios federales porque se trata de un rascacielos de base triangular con 28 pisos y un patio en la azotea.

Las celdas del penal tienen ventanas de solo cinco pulgadas (13 centímetros) de ancho, diseñadas lo suficientemente estrechas para que no fuera necesario colocar rejas.

Sin embargo, dos ladrones de banco lograron en 2012 abrir un agujero en una de las ventanas. Ambos escaparon con una cuerda colgante hecha con sábanas desde la decimoséptima planta. Aunque los capturaron días después.

Años antes, en 2009, Matthew Nolan, hermano del cineasta Christopher Nolan, también intentó sin éxito huir del penal por una ventana. Estaba detenido pendiente de una solicitud de extradición a Costa Rica por un supuesto asesinato.

Por esta prisión pasó también el narcotraficante mexicano Vicente Zambada Niebla, hijo del líder del Cartel de Sinaloa Ismael «El Mayo» Zambada, tras su extradición a Estados Unidos en 2010.

Durante su estancia en el MCC de Chicago, al «Vicentillo» se le prohibió utilizar el patio de la azotea. Allí se ejercitan los presos por temor a que escapara en helicóptero.

Ahora el recluido es Ovidio Guzmán, uno de los hijos de «El Chapo», exlíder del Cartel de Sinaloa. Desde 2019 cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad de Colorado.

A «El Ratón» lo detuvieron por primera vez en octubre de 2019 en Culiacán (Sinaloa, México), pero López Obrador ordenó ese mismo día su liberación. Esto, con el fin de frenar la ola de violencia que el cartel desató en toda la ciudad en respuesta a la detención.

En enero pasado fue recapturado pocos días antes de que Biden visitara Ciudad de México para reunirse con López Obrador.

Unas 30 personas, diez de ellas militares, murieron en el operativo para capturarlo en Sinaloa.

Organizción criminal

Estados Unidos acusa a Ovidio Guzmán de liderar una organización criminal y traficar todo tipo de drogas a su país. Incluido el fentanilo, que ha provocado la peor crisis de opioides en el país.

Más de 70.000 personas murieron el año pasado en Estados Unidos por sobredosis de fentanilo. Ante esto, Washington ha redoblado la presión sobre México para que frene el tráfico de esta sustancia.

El Departamento de Justicia presentó en abril pasado cargos contra Ovidio Guzmán y sus hermanos Alfredo e Iván. El caso lo llevan en tribunales de Chicago, Nueva York y Washington DC. Ambos, a quienes llama «los Chapitos», se encuentran en paradero desconocido.

Tras la captura y extradición de «El Chapo», el Cartel de Sinaloa quedó bajo el liderazgo de Ismael «El Mayo» Zambada. La DEA cree que el delicado estado de salud de este último ha hecho que «los Chapitos» asumieran un mayor rol en la organización.


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