La vida de la Princesa de Asturias, que hoy cumple 19 años, ha dado un cambio radical en los últimos doce meses. Para todos los jóvenes, alcanzar la mayoría de edad supone algunos cambios, pero en el caso de la Heredera de la Corona esa fecha marcó el inicio de una nueva etapa en la que ha empezado a asumir nuevas responsabilidades.
El Rey ya ha comenzado a delegar en su hija algunos cometidos que, hasta ahora, venía asumiendo él. El pasado viernes le cedió en Oviedo la responsabilidad de elogiar a los galardonados en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Y, al día siguiente, durante la visita al pueblo de Sotres, le cedió el último lugar en el orden de las intervenciones; algo completamente excepcional, porque el Rey siempre habla el último.
Don Felipe explicó que ambas cesiones obedecen a que Doña Leonor es, desde hace diez años, la presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias y que, una vez alcanzada la mayoría de edad, está preparada para ejercer esta función. Este gesto, sin embargo, abrió la puerta a que, en lo sucesivo, la Princesa pueda acudir sola a entregar el premio al Pueblo Ejemplar o, al menos, sin la presencia del Rey.
La confianza del Rey en su hija
Al margen de interpretaciones, lo que está claro es que Don Felipe confía plenamente en su hija e irá encomendándola misiones a medida que lo vaya considerando oportuno y siempre que la Princesa pueda compatibilizarlas con su principal cometido en estos momentos: su formación militar y académica.
Doña Leonor se está formando como guardiamarina en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) y hoy celebrará allí su cumpleaños. Soplará las velas y compartirá tarta con sus compañeros, a los que ella considera lo mejor de Marín. Y dentro de 72 días, el 11 de enero, embarcará en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano para realizar el crucero de instrucción.
Hasta ahora, la Princesa ha ido asumiendo las misiones que le ha encomendado su padre con mucha responsabilidad, pero también con ilusión, incluso con entusiasmo. Y en una España preocupada y enfrentada, el mensaje alegre de Doña Leonor supone una inyección de esperanza.
Desde que alcanzó la mayoría de edad, hace ahora un año, la Heredera de la Corona ha ido ganando autonomía y soltura, como se ha podido ver en numerosos momentos. Los más relevantes han sido los siguientes:
Primera Pascua Militar. La Heredera de la Corona asistió el pasado 6 de enero por primera vez a la celebración de la Pascua Militar, y lo hizo con el uniforme del Ejército de Tierra.
Los máximos honores de Aragón. Doña Leonor acudió sola el 21 de mayo a recibir los máximos honores que le concedió Aragón: el título de Hija Adoptiva de Zaragoza y la Medalla de Aragón.
Brindis sorpresa en el X aniversario. La Princesa y su hermana realizaron el 19 de junio un brindis sorpresa durante el almuerzo que se celebró en el Palacio Real con motivo del décimo aniversario del reinado de Don Felipe. «Mamá, papá, Majestades… Perdón por colarnos, pero también nosotras tenemos algo que decir hoy…»
Entrega de despachos en León. La Princesa acompañó el 5 de julio al Rey por primera vez como dama alférez cadete a la entrega de los reales despachos de empleo a los nuevos suboficiales del Ejército de Tierra en la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lérida).
Primer viaje internacional en solitario. Doña Leonor realizó el 12 de julio su primer viaje al exterior en solitario, que tuvo como destino Portugal, donde recibió por primera vez honores de Jefa de Estado y pasó revista a las tropas.
Ingreso en la Escuela Naval de Marín. La Princesa de Asturias acudió sola el pasado 29 de agosto a ingresar en la Escuela de la Armada, a diferencia de lo ocurrido un año antes, cuando los Reyes y la Infanta Sofía la acompañaron a ingresar en la Academia General Militar de Zaragoza.
Apoyo a los atletas españoles en los Juegos de París. Los miembros de la Familia Real se fueron turnando el pasado agosto para apoyar a los deportistas españoles que compitieron en los Juegos Olímpicos de París. Primero fueron la Princesa y la Infanta Sofía, luego las relevó la Reina, que pasó el testigo al Rey y, finalmente, Don Felipe fue sustituido por su madre, Doña Sofía.
Máximos honores en Asturias. La Heredera de la Corona adelantó su llegada el pasado 23 de octubre al Principado para recibir en solitario los más altos que brinda Asturias: el título de alcaldesa honoraria de Oviedo y la Medalla del Principado.
El Rey le cede el protagonismo. El pasado 25 de octubre Don Felipe encomendó a su hija la responsabilidad de elogiar a los galardonados en la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias.
Don Felipe le pide que cierre el acto. En un gesto muy excepcional, el Rey pide a la Princesa que sea ella la que cierre el acto institucional en el que se entregó a los vecinos de Sotres el premio al Pueblo Ejemplar.
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