La Orquesta de la Ópera de París dio un concierto este martes en la calle en protesta por la reforma de su régimen de pensiones impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron, una semana después de que las bailarinas representaran en el exterior del recinto una parte de El lago de los cisnes.
Los músicos, que respaldaron hoy la huelga por vigésimo séptimo día consecutivo al igual que otros sectores de Francia, denunciaron con su actuación ante la sede de la Ópera en la Plaza de la Bastilla que el Ejecutivo impone la reforma haciendo un «teatro» con las negociaciones.
«Nos negamos a entrar en la parodia de las negociaciones», rezaba una pancarta de los huelguistas, que interpretaron extractos de obras de Hector Berlioz y el Romeo y Julieta de Serguéi Prokófiev, antes de terminar con el Himno Nacional, «La Marsellesa».
Tras ellos, un enorme cartel colgado ante el moderno edificio de la Ópera de la Bastilla, inaugurado en 1989, en el que se podía leer «La Ópera de París en huelga».
El régimen especial del que gozan los integrantes de la Ópera de París es uno de los más antiguos de Francia. Tanto esta institución como la Comedia Francesa se benefician de un sistema particular concedido por el rey Luis XIV en 1698, y que permite que los bailarines se jubilen a los 42 años y los músicos cumplidos los 60.
Sus trabajadores, especialmente los bailarines, se encuentran en huelga desde hace 4 semanas lo que ha supuesto la cancelación de más de 50 representaciones.
La institución comunicó la semana pasada que las pérdidas superan los 9 millones de dólares.
Las anulaciones de los espectáculos se anuncian en general el mismo día de la representación pues, como informa la Ópera de París en su web, los trabajadores no tienen la obligación de declararse en huelga hasta pocas horas antes de la función.