La ONU se desmarcó este viernes del corredor marítimo de ayuda a Gaza que abrirán este fin de semana Estados Unidos y la Unión Europea y dejó claro que nada puede sustituir el envío terrestre de suministros a gran escala.
«Obviamente nos alegra que vaya a llegar ayuda por otros medios, pero nada puede reemplazar la llegada de ayuda y tráfico comercial a gran escala a través de rutas terrestres», explicó en rueda de prensa el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric.
Dujarric aclaró que el organismo no está involucrado en la construcción de un puerto temporal frente a la costa de Gaza anunciada el jueves por Estados Unidos, precisamente para canalizar la ayuda que llegue por ese corredor marítimo desde Chipre, y que al organización no forma parte a nivel «operacional» de la iniciativa.
En el anuncio del corredor marítimo, sin embargo, las partes firmantes (EE UU, la UE, Chipre, Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido) aseguraron estar trabajando junto con la coordinadora de ayuda humanitaria a Gaza, Sigrid Kaag, que fue nombrada por el secretario general de la ONU tras una resolución del Consejo de Seguridad para impulsar el envío de suministros al enclave asediado.
La ONU «no es un participante operacional de este corredor»
Dujarric admitió que «todos estamos confusos», ya que es una situación muy cambiante, pero dejó claro que la ONU «no es un participante operacional de este corredor».
«Obviamente, estos socios están montando una operación juntos, es normal que nosotros estemos ahí y hablemos con ellos para asegurarnos de que todos los esfuerzos, todo el dinero y toda la ayuda que se envíe se reparte de la manera más segura y coordinada posible», explicó.
El portavoz no pudo confirmar si los barcos que utilicen este corredor humanitario transportarán ayuda de las agencias de la ONU.
Dujarric también expresó su consternación por las informaciones que apuntan a la muerte de cinco personas tras fallar uno de los paracaídas con los que varios países, como Egipto, Francia o Estados Unidos, envían raciones de comida al enclave, sometido a constantes bombardeos desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, en octubre.
«Esto debería ser un recordatorio de por qué hace falta un alto el fuego humanitario inmediato, más acceso por carreteras y mejor coordinación con las autoridades israelíes», aseguró el portavoz.