La ONU aprovechó este martes el Día Mundial del Retrete para reclamar medidas que permitan a todo el mundo acceder a servicios de saneamiento seguros, algo que actualmente tiene a su alcance poco más de la mitad de los habitantes del planeta.
La organización indicó que cerca de 4.200 millones de personas viven aún sin saneamiento seguro, lo cual quiere decir que no cuentan con retretes en sus casas o tienen sistemas deficientes que suponen un riesgo para la salud.
Las Naciones Unidas calcula que cada año mueren más de 430.000 personas en el mundo por diarreas vinculadas a esa falta de saneamiento, que también es un factor importante en enfermedades intestinales.
Aproximadamente 297.000 niños menores de 5 años de edad mueren cada año de diarrea por falta de agua potable, saneamiento o higiene de las manos.
La ONU celebra cada 19 de noviembre el Día Mundial del Retrete en un intento por convertir el saneamiento en una prioridad de salud y desarrollo mundial.
En esta ocasión lo hace bajo el lema «No dejar a nadie atrás», en referencia a la necesidad de ampliar el acceso a baños seguros para todas las personas del mundo, sin importar donde se encuentren.
Naciones Unidas indicó que cerca de 673 millones de ciudadanos no tienen acceso a ningún retrete y se ven obligadas a defecar al aire libre.
Para ilustrar su campaña, y como ya es tradición, la organización mundial desplegó este martes un gigantesco retrete inflable frente a su sede central en Nueva York.