La ONU avisó este lunes a las autoridades de Ecuador que sus intentos por frenar la violencia armada en el país «deben ajustarse a la ley internacional», en declaraciones del portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, durante su rueda de prensa diaria en Nueva York.
Dujarric dijo que el secretario general, António Guterres, «está muy preocupado por la amenaza que supone el crimen organizado a las instituciones nacionales en Ecuador».
Con todo, el portavoz insistió en que la respuesta del gobierno debe estar a la altura de su compromiso con el Estado de derecho.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, elevó a inicios de enero la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno» y pasó a denominar a las bandas criminales, principalmente dedicadas al narcotráfico, como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
El estado de excepción decretado por Noboa se dio después de una oleada de atentados y violencia atribuida a estas bandas, que incluyó la toma de un canal de televisión por un grupo armado y motines simultáneos en al menos siete cárceles con cerca de 90 presos fugados y unos 200 rehenes que lograron ser liberados.
Esta crisis se dio en momentos en que el gobierno se disponía a poner en marcha su plan para recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas dominadas por bandas criminales que han protagonizado desde 2020 una serie de masacres carcelarias en las que han sido asesinados más de 450 reclusos.