No se puede bajar la guardia ante el covid-19, causante de un millar de muertes por semana en Europa, advirtió el martes la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Aunque ya no sea una emergencia de salud pública mundial, el covid-19 no ha desaparecido», aseguró el director regional de la OMS, Hans Kluge, en conferencia de prensa.
La OMS declaró el 5 de mayo que la pandemia del covid-19 dejó de ser una emergencia sanitaria mundial.
Sin embargo, «cerca de 1.000 muertes nuevas debidas al covid-19 se continúan dando cada semana en la región», acotó.
Además, «la cifra está subestimada debido a la disminución en el número de países que informan regularmente a la OMS de las muertes atribuidas al covid-19», añadió Kluge, quien instó a las autoridades a garantizar la vacunación de al menos 70% de la población vulnerable.
El responsable de la ONU apuntó que se trata de «una enfermedad compleja de la cual conocemos muy poco», pese a que uno de cada 30 europeos ha tenido covid de larga duración en los últimos tres años.
Según esos datos, unos 36 millones de habitantes de la región, que incluye a 53 países y se extiende hasta Asia Central, se vieron afectados por el covid de larga duración.
«Debemos seguir prestando atención a las secuelas a largo plazo del covid (…) Aún tienen un impacto profundo en la salud de todo el mundo y no pueden ignorarse», insistió la encargada de situaciones de emergencia, Catherine Smallwood.
También sigue siendo necesaria en Europa la vigilancia de la epidemia de mpox (antes llamada viruela del mono), con 22 casos registrados en mayo en la región, señaló la OMS Europa.